BAYLEY, EDGAR
A SER OTRO

he venido a ser otro
a ser el mismo
a entrar salir a estar despierto
no quiero eternizarme en una cara
en un traspié canal en un cuidado
he venido a ser otro
a convertirme
en cal en hoy en calle
en mi enemigo
he venido a mezclarme
a estar parado
a darme a ser a no mirarme
a no decir ya está he terminado
he venido a estar a empobrecerme
a seguir con mi apuesta
entre los hombres
he venido a morir o no morir
enamorado
a partirme en cielotierra
entre dos pasos
habitando el desamor
y la alabanza

AL CONDE DE LAUTRÉAMONT

al que ha dejado abierta la mirada de seda del pulpo
el ojo saliente del sapo y el higo comedor de asnos
al que fue hasta el extremo de la sangre donde hierve la
inocencia
y rescató la bujía del sueño y la cuerda tensa de la libertad
un cielo de cabellos mojados
una noche de alabastro
un buey rojo de alas batientes
un arriate de leña y carbón
una marsopa ocular
una ciudad resucitada
al que ha dejado abierta la herida del vampiro aullante
las garras y los órganos chupadores
los reinos flemáticos del viejo océano
las quijadas del tiburón y las entrañas acuosas de la raya
un granero con todos los nombres del
mundo a la luz de la luna
una caracola de inocencia
un encanto lúcido después de la fiebre
unas pupilas de sol naciente
un golpe de tambor al extremo del
pujante mal al que ha dejado abierta la larga cicatriz sulfurosa
la boca cuadrada de baba oscilante
la lámpara sumergida con alas de ángel
el vientre de la araña de donde emergen dos
adolescentes vestidos de azul
un estallido de naipes
un lecho de ondas claras en todas
direcciones
un puerto sin solapas para abordar en
sueños
un alfabeto de puertas
una llama de ojos azules
al que ha dejado abierta la esperanza vencida renaciente
la sorda ciénaga la inmensa equimosis sobre el cuerpo
de la tierra
y la crueldad recorriendo como un cometa aterrador
el espacio sanguinolento
un trompo ardiente que flota en el lago a
medianoche
un domador que avanza con su ojo de humo
un rosario de espejismos en una cajafuerte
un verano sin fronteras que aniquila a los
guardianes
la tea de los jueves que abre todas las
puertas
al que sostuvieron los vientos los arrebatos de cólera y las enfermedades del orgullo
la gota de esperma y la gota de sangre
que corren lentamente a lo largo de las secas arrugas
y el pedestal de gigantes acuáticos en el vientre vacío
un cielo en pie que almacena nuestras
memorias
el amor oculto a la vera del camino
un atardecer un rastro de plumas y de
hocicos
una infancia rescatada liberada extendida
como una risa un zumbido un arco
roto una espuma
un fruto un cráter un nido una aurora
una rama en la constelación de nuestro
sueño
porque al fin
LA ETERNIDAD QUE BRAMA COMO
UN MAR DISTANTE
SE APROXIMA A GRANDES PASOS

ALBERGUE RÍO CLARIDAD LA MANO

no sé
ya no sé más
si alguna vez me llamé
juan o pedro o nazareno
no sé más
si te quise alguna vez
o me quisiste
no sé más
si hubo noches días
una alegría
al despertar entre tus brazos
no sé más si fui cereal acuario llama
albergue río claridad la mano
vara túnel grito mudez
una mañana rapto eslabón sollozo
no sé más
si te llamé o me has llamado
si estuve alguna vez donde creía
y si viajé y te busqué o me buscaste
que los que más de amor se abrasaron
a su menor centella no llegaron
este árbol razón toque de queda
vaivén sueño rigor camino luz
y cerrazón y amago
y certidumbre y duda
llevan al sol la tierra visitada

AMIGA QUE DESCUBRES QUE REVELAS

amiga que descubres que revelas
entre las ramas y la caída brusca del sueño
y el diurno ascenso y el remolino
y los derrumbes y los rastros y todo el sabor y la marea
amiga que llegas y nombras
y conoces el sol y la penumbra
y el ojo del éxtasis y el radiante sapo
amiga tierra
inocente despierta
en el filo del mundo
me acerco a tu flor carnívora
y al bosque y a la lluvia
al espíritu santo
y a la empañada cúpula de vidrio
púrpura de agonía de la victoria temblorosa
descubridora perdiz de hielo ardiente ausencia
eternamente voz y cebra y rosa y nácar
y zapallo y espuma y crujido de grillos entre el pasto
para decir toda tu llama
el reino de tus celdas transparentes
no basta mi amor ni mi palabra
ni las puertas
ni el sonido de unos tallos azules
quizás mi esperanza alguna taza o el ramaje del día

COSTA SECRETA

costa secreta
cuerpo de mar
hojas bañadas por la memoria
y el silencio del sol

encendida
disuelves y rehaces nuestras islas
prisionera del alba

han de pasar años todavía

a tu lado
muy cerca
florecen los ríos que amaste

entre el verde soleado
una risa larga
libre

DIGO MI VERDAD

cae la hoja
el árbol se desploma
yo digo mi verdad
un libro es vertebrado
el campo se enverdece
ante la danza y el trigo
ante la fragua y la ría
el cerco y el pajonal
en soledad
compañía
digo tajamar ventana
sueño
verdad
buena andanza

EL CIELO SE ABRE

el cielo se abre para contener la cabeza y las manos del
hombre que sueña
él está muy cerca de los árboles
está muy cerca del silencio y de los días que hablan
constantemente

a veces del aire llegan unas luces violentas
son ríos que obligan a saludar de lejos y a cerrar los
postigos hasta que la noche pase

es demasiado tarde pero la edad ofrece siempre espacios
nuevos que puedes recorrer en todas direcciones
espacios palpables y acompasados como los relojes de
pared
espacios que tú solías hundir en la fuente hasta el fondo
hasta el lecho donde el agua esconde sus profecías
su memoria de jornadas puras
espacios abiertos a la claridad del deseo

aquí las horas adquieren nuevas costumbres
en el interior de las horas el amor sonríe y arroja al
viento tus secretos
son episodios desconocidos que la boca de un adolescente
narra susurrando

cuando abro los brazos es que he llegado a una nueva
provincia del día situada junto al canto del gallo
y el ramaje de los árboles
el día con millones de ríos deja fluir sus manos hacia
todos los rincones del universo
en cualquier lugar puede encenderse la palabra que
nos permita ver entrar en el corazón de la madera
en el mar de tu mano
extensión del instante bella confabulada

una voz todavía para que el aire deje libres los fuegos
del alba y otra vez para siempre sin nombre la
espera y el sueño se confundan

no diré tu nombre no me importa quedarme vacío
nuevamente después de haberte visto
deja al sueño subir y que él hable solamente
un país un país adonde llegan las luces del vaso y la
ventana y todo recomienza en el corazón y en las
manos

EL ESPINILLO

Es muy pequeña la sombra del espinillo. Muy pequeño su
abrigo. Sus ramas, retorcidas, dirigen su rechazo a todos los
vientos, al cielo, a los paseantes del camino.
Inhóspito, no sabe sonreír a la mañana que llega y en la noche
sólo es un brazo más, un sentido. No sabe sonreír y rechaza el
brillo espontáneo y el abandono de la hierba.
Se contiene y se resiste en medio de la libertad que lo rodea,
y, sin embargo, no tiene imperio alguno sobre sí mismo ni sobre
la tierra que lo origina.
No puede abandonarse ni cobrar un brillo que no le
pertenece.
No obstante, surge y se desarrolla espontáneamente. Y si
no puede ofrecer la sombra ni la sonrisa ni el abrigo, nos ofrece
en cambio una entrada, una amistad en su mundo, una fiebre
distinta y necesaria. Algo más que un nombre: una existencia al
lado de la nuestra.

EL POETA RECUERDA UN VIEJO AMOR
al terminar el año

es costumbre al terminar el año
volverse
mirar a los costados
(en otro tiempo
en la casa habitaban tantas gentes
sombras
una aventura de amor fracasada)
otros entienden que es necesario aclarar estos brindis
de año nuevo porque hay esperanzas que enunciar
mirarse brindar
por la libertad y las pequeñas gotas de lluvia
y el amor (tus ojos) y el amor (todos pero
principalmente tú)
hemos viajado diciendo esperando en las cavidades del
mediodía
un nuevo cántico para todos y además en forma
ligeramente
diferente nos hemos dicho cuando éramos amantes las
mismas
cosas que se dicen los otros
pero ahora se trata de un brindis
y no brindaremos por los recuerdos sino por los
árboles del porvenir
para que el corazón y la estrella concurran al esfuerzo
común para que la voluntad sin demasiada violencia
como cosa ínfima
se extienda y apruebe las cosas de este mundo
para que yo (de regreso) después de haber hablado
mucho (una noche cualquiera) compruebe la
fatalidad de la distancia
pero levanta de cualquier manera tu copa siempre hay
una palabra que todos pueden pronunciar y el
río sigue moviendo su tarde y el puñado de tersos
inviolables pájaros
este año y todos los años has amontonado errores sobre
tu cabeza
y pensando crear tu vida sólo la has repetido
(en otro tiempo
abríamos la puerta de mañana
y entraban el sol los sombreros arrojados al viento por
los trasnochadores de la víspera
los ecos de sus conversaciones
y tu risa
aunque hacía tanto que no te veíamos)
como en otro tiempo
sin cuadrantes ni altura he llegado muchas noches este año
como una fragilidad silenciosa
en este día en esta hora
a otras tierras entregará sus manos
sus ojos han conocido otros combates más cerca de la
piedad o del odio / pero ahora se trata de un brindis
del año que comienza indiferente a su memoria o tus deseos

EL RECIÉN LLEGADO

aquel espejo
el recién venido
todavía los rostros de quienes se embarcan y vuelven
y arrojan al mar sus sombreros
recuerdos sueños a la luz del sol
a la luz del sol el recién venido
mientras ellas se asoman
y sus sonrisas caen
se vuelan
se enriedan en el pasado en el presente
en el aire de un corazón que revive
el recién llegado
entra en el café
se sienta junto al sol
y viaja al espejo
a la canción perdida
en la última visita
en el saludo al pueblo que dejó atrás

ELLA SIEMPRE

quiero decir tardanza y catedral
reposo
puerto espinel y un río
quiero decir manzana sal
pisadas en la arena
y el rojo puente
el azafrán y el valle
quiero decir tu calle
tu juego de olvido y llama
y la tenaz viajera sombra
por donde llega la mañana

ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA

esta mano no es la mano ni la piel de su alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas
remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada.

FIDELIDAD EN LA ENCRUCIJADA

En el sol alto, sin ostentación ni impaciencia, se prolonga tu
camino. Serenidad del ignorado: Una emersión futura te salvará
en cualquier hombre.
Ese relámpago que hace posible la fraternidad, tanto en
la dimisión como en la inocencia y la esperanza, es una de las
propiedades de la poesía. Pero nada autoriza al poeta a darle
nombre definitivo y menos aún convertirse en el profesional de
su dicción o su descubrimiento.
Usura del alucinado. Este mundo es tuyo indudablemente.
Pero sólo existe en tu desprendimiento. El poeta, testigo de su
propia existencia, coexiste con el mundo.
Todo poeta sabe que la palabra no es instrumento. Es vida
con los demás. Bien común. Soledad común. La declamación y
la ortopedia de espíritu quedan a sus márgenes. Imposibilidad,
por lo tanto, del poema fabricado de acceder a la tierra de los
hombres, de alimentar su viaje.
Quehaceres de la poesía: hacer innecesaria toda
justificación.
Todo ayuda menos la retórica de la pureza y la organización
de los elegidos. Es preciso intercambiar a la intemperie nuestras señales de reconocimiento con las cosas y con nuestros
hermanos.
Arriesgar la incongruencia para conocer tu realidad, la
realidad de los otros. Lo más opuesto a tu fluir propio es la
adopción de certidumbres de superficie.
Fatalidad de las apariencias. A mitad de camino entre
la concesión y la protesta, expuesto a todos los excesos de la
ingenuidad y el cálculo, este amigo verdadero, este amante
fiel, este lúcido conocedor, es confundido a menudo con sus
enemigos: el narciso, el borracho y el inconsecuente.
Forzosidad de una voz, de un hombre real en la encrucijada,
sin desprecio ni excesiva consideración por los márgenes. La
incandescencia de la palabra —su logro mayor— es función de
los ademanes silenciosos, a menudo ignorados, del nadador
sobreviviente y fraternal. Poesía —modo de nadar, de estar
presente, ajena a las retribuciones del espectáculo. Poesía
hermana en la soledad y el olvido. Poesía —esperanza viril entre
los hombres.

LA FUENTE

Los dones de la fuente
no se agotan
de lejos vigila el toro
con su ojo de fuego
pero no interrumpe
el ir y venir de los sedientos
La fuente
donde he bebido
abre el corazón de las muchachas
y el canto de los ruiseñores
La fuente nos perfuma
y ayuda a nuestra voz
pero no podemos volver a ella
quienes la abandonamos
Sólo nos resta
mirar de lejos
y defendernos de la elocuencia
conquistar nuestra arena
indiferentes a la codicia
y la confusión de los hechiceros

LA TIERRA

No es posible explicarla; ponerla en términos corrientes. Y no
por complicada o engañosa. Ocurre simplemente que existe, que
vive, respira y canta o llora y se abre a veces a todos los vientos
o se cierra como una mano; como una esperanza tardía; como
un saludo.
Y es lejana y próxima; y puede imaginar y contenerse. Y es, por
encima de todo, la que hace posible tanto la ventura como la
negación, tanto el nacimiento como la despedida.

LAS SOMBRAS

deja que esta noche llegue hasta el borde del agua
deja que la sombra oculte poco a poco el mar
él no interrumpe su ronda
no hace pausas en su camino
deja que esta noche sorprenda nuestro eco
y la tierra firme de tu alma

si miras mejor las sombras perderán su equilibrio
se abrirán en claridades y el agua volverá a su cauce

si miras mucho ellas rasgarán sus entrañas
y el alba saldrá del mar
para tendernos una mano mojada
y un silbido largo y limpio

entonces podremos andar por los atajos y los montes
hasta la noche siguiente
hasta que se acerquen otra vez los bordes del agua
los lindes del espejo y de la luna

LOS CUATRO ELEMENTOS

para la que está sola y acompañada y en medio del agua
evoca el armisticio del vegetal
para la que no sabe y está presente como un árbol en
la tormenta como un molino en la oración
para la que sufre y ríe
para la que canta y espera sin saber el nombre de la
esperanza
para la que no teme al rayo ni desconfía del blanco y
el negro de la memoria para la que no teme al fuego ni al aire ni a los cuerpos
del alba y del silencio
para la que sabe nacer y se endurece bajo un oscuro
cielo y vuelca su ternura cuando sólo queda un
pan de barro
para ella esta pared de noches flotantes
este santo quemado
esta campana de tierra este gemelo olvidado esta
lámpara el corazón del día
para ella un balbuceante puente unos pasos una
marmita un parque solitario un caballo alazán a
la salida del sol y una cautiva arena
una hoja un baño crepuscular una batalla de espejos
para ella mi desierto oscilante y mi oscilante
cultivo
para ella que sabe esperar y se impacienta
que afronta y que renuncia
porque ha sido sigue siendo una mano una ventana
una luz extraviada que salva todos los caminos
para ella que extinguida se enciende
y sin decirlo se pone en marcha y comprende
para ella un encuentro de la voz y la manzana
de la astilla y el romero
para ella la nave fantasmal que vuela a la deriva
para ella tierra leal verbo huella encendida
estas palabras digo esta cepa
un abrigo un nacimiento

MARTES DE CARNAVAL

lejos de helena de troya
del hotel notre dame
de hans de islandia
y del mar de hojas desiguales y motores ahogados
lejos del sombrero olvidado en la última estación
lejos de las madrugadas y los días siguientes
de las cruces y el pálido fuego
circuido por vagabundos
lejos de la sonrisa del bien perdido
de la bahía y la noche rectangular
lejos del sol piel del amor
de la eugenia posible
de la madurez esquina posible del mundo
lejos del ascenso de la incisión más bien
de la ternura y la raíz del sur
lejos del punto de vista y de los párpados lentos
de algunas islas detenidas para siempre
en el corazón y en las manos
lejos del algunas calles
de algunos dolores y compromisos
de escenas a la luz de las estrellas
y de conversaciones entre caballeros
lejos del rostro
lejos del trapecista internacional
lejos de la cascada
por donde corre tu vida
lejos de los nombres
de los días sumergidos en la amistad y el amor
de los precios módicos y los sueldos mensuales
lejos de las organizaciones
y de las plazas a la hora del amor
lejos del insulto
del olvido y las intemperancias
de algunas trompadas y grescas
de algunos incidentes policiales
lejos de la pálida existencia
de la oscura o la brillante
lejos de la caída o el ascenso
de algunas noches en blanco
de algunas pasiones en procura de lo absoluto
de canales por donde iban tus días sin saberlo
hoy recorres las calles de tu ciudad
es un martes de carnaval
quisieras ver otra vez algunos rostros
hace unos años pasaste la treintena
y procuras dominar unas pocas palabras
desconoces el nombre del provenir
y el horario de los trenes
tengo hijos y amigos
voy al encuentro del día siguiente
las máscaras me rodean
bebo en un viejo vaso
entro en la caravana
oh mis lecturas mis embarcaderos
abro las puertas de par en par

ME DOY CUENTA

ahora que viví entre dos labios
ahora me doy cuenta que no es nada
que no es nada cantar cuando se han ido
que no es nada tanto ambiguo color tanta pereza
pisar mi ambig�edad mi gallo insomne
equivocar mi bandera y mi osamenta
ahora que viví oculto
ahora me doy cuenta que no es nada
mirar hacia el fondo si ha quedado
la muerte al fin trajeada de ambrosía
ahora que viajé de noche solo
y subí de un salto a la colina
ahora me doy cuenta que no es nada
pensar que mañana o que pasado
me doy cuenta claramente que no es nada
que no es nada el desamparo y la volanta
que no es nada no haber visto
ahora me doy cuenta que no es nada
ahora que miré a mi hermano cara a cara
y le vi el perdón y la pobreza
me doy cuenta claramente que su avío
que su modal su lucha su despegue
anuncian por estanques y por cuartos y burbujas
la prenda venidera el duro filamento de ser hombre

MEDIODÍA

A Ch.
Quien no está de acuerdo pregunta, entre las últimas casas,
al comienzo del prado, y su pregunta queda en el aire, a lo lejos,
en las matas de hierba, en el pico de la montaña.
Quien no está de acuerdo pregunta, recuerda un nombre,
evoca el mar lejano, las facilidades de un balcón, la proximidad
de una araucaria, el sonido de una opinión fraterna, el color de
una madrugada, la esperanza, en fin, excepcional, verosímil.
Quien no está de acuerdo vuelve a la ciudad, mira hacia el
interior de las cocinas donde están prontos los pollos horneados,
las sopas de ajo y de arroz, el pan blanco, los zapallos y las papas,
y los manteles y el esplendor del mediodía.
Quien no está de acuerdo mira, se descubre en la calle
asoleada, y lanza otra vez su pregunta, que se levanta del camino
y se mantiene inmóvil entre las ramas del árbol.
Quien no está de acuerdo finalmente no pregunta: escucha,
mira, respira, agradece.
Tantos hechos son, por último, uno solo. Tantas preguntas
se hacen una sola oración, un rezo a la luz del sol. A mediodía,
extiende las manos, seca sus ropas. Y todo el llanto y la furia,
y la ternura, y la equivocada puerta, y la altanera opción, y la
fuente y el tiempo, le dicen sí. Lo comprenden en este momento
límite, en su total desesperanza, y lo confirman en tanto amor
desamorado. Es el sí del mediodía, amor de la fuente, del ojo,
de los cuerpos, del basalto y el pórfido, de la pequeña escala y la
columna de agua, del orfeón, de la verdeante bulla, por ahora,
para siempre.

MEMORIAS

1
porque no sé no he visto bastante
estos soles me parecen distintos
y la furia y la gana
van camino de marchitarse
2
en qué robledal
en qué recodo
viví vivieron antes
ella apareció de pronto
cómo pude entrar en ese mundo denso
me doy cuenta ahora
el alcalde mandó cerrar las puertas
y volveré olvidaré
estaré con ustedes
3
entro en la cocina
con radichón lechugas
coloco el mortero sobre la mesada
y miro por la ventana hacia el parque vecino 4
voy despacio contando las pizarras del techo
te llamo en sueños
me alegro que hayas vuelto
voy despacio por los años
por cabellos cortados
todos los lechos están iluminados
los jueves a las ocho de la noche
5
una jarra de vidrio verde
es todo lo que tengo pero la conozco bien
tengo sólo esta jarra
me ha quedado ella sola
y es bastante
una jarra vacía
no hace falta
llenarla
ni moverla
está bien allí
y yo estoy bien
mientras la miro
por una vez
los dos
nos comprendemos
en el reposo de ser
cada uno
por su lado 6
gritar gritar
porque no tienes
dónde gritar de veras
no puedo pensar
que este río
a la hora y el momento
en que brilla dentro de mí
y enciende como antes
como siempre
un don arbitrario
no puedo pensar
que este aire
esta luz a lo lejos
no hayan sido
no sean
sino locura
descompuesta parte sin sentido
7
escribo en las paredes que estoy solo
que tengo que no tengo
como sabes escribo
que te quiero
y seguiré
hasta cuando no haya más paredes
ni escritura
8 me sorprenden en mi oficio
en un andamio
me sorprenden como soy
no me molesta
no soy más que el andamio
esta rama y este oficio
9
parece muy difícil explicarlo
y me desmando y callo de repente
gracias por todo
por el día que hiciste dentro de mí
y más allá en el aire
en el espacio entre las manos
10
qué quieres que diga
qué quieres
antes que amanezca
antes que el mar te arroje su primer manotazo
antes de nacer la espadaña
y de morir la loca
y de trinar
de espantar con un fuelle el badajo de la torre
antes mucho antes
de ser llamado
qué quieres que diga todo viene después
11
con un traje nuevo
a caballo con rosas
ella está aquí
con ríos y rosas y nosotros todos
es como se dice al empezar
el muchacho no es malo
nadie es malo aquí
por haberme ayudado
podré salir con ella
y me darán el bastón
12
la casa se llovía
y esa fue la causa del vino triste
y la mesa vacía
13
la casa se llovía
el mismo hecho
puede ser interpretado de modo distinto
que le den sus días de infancia
la lluvia la ausencia
que le devuelvan el mirto y el laurel 14
pagaré las cuentas
y leeré los diarios
no quiero declamar
lo cierto es que vivo aquí
no puedo ocultar
que al final del túnel
hay espejos muchachas como peces
prendidas a mi garganta
15
era por aquí
te juro
aquí estaba la puerta ella
tantas veces la tuve
al borde del aire
16
no
este rostro seco
esta equivocación
pienso mal del compañero de viaje
que me ha tocado
17
alrededor de la pequeña pasajera
de cines de techo corredizo de ciudades donde nace el día
revolotean flores alas fosforescentes
rayos dioses
imanes que retienen labios
golpes de viento
los rumores se aplacan
18
en lugar de estar adentro bajo techo
prefiero salir a caminar aunque haga viento
yo espero caminando
no que el viento se aparte de la calle
o que inaugure una noche sin puentes
yo espero que una mano surja
y me salude
y ponga fuego
una manzana
en el llano del día
19
mientras hacíamos nuestro recorrido
en varias oportunidades
los encontramos al subir me preguntó adónde íbamos
la terminal queda cerca de casa
unas cuatro o cinco cuadras
los encontramos en orden de batalla
no te asomes
in a rather put-out tone mi si offre ora l`ocassione
di ritornare sull`argomento
por el precio
il savait fort bien
de quoi il etait menacé:
I`incomprehension genérale
et la mis�re
unas cuatro o cinco
20
que cante esta guitarra
y cante cante y cante
que la luz sea del día
y renazca en otro cielo
en otra infancia
que yo vuelva a ser tu novio
y a perderte
y olvido
21
hasta los corazones más heroicos
sólo obtienen honor
un amigo
ansias
muerte prematura
están los que aguardan
y no saben qué hay
en aquel tan precioso lugar y sólo obtienen fidelidades
consuelo y memoria
pero amanece corremos
y la danza recomienza
con los recién llegados

MI AMADA ESTANQUE AZUL
huerto cabellos

fulgurante viva fluvial origen buscada reencontrada
como un islote un puente una manzana un tatuaje
en la noche hendida en la marmita en la estrella marina
en la mano párpado llamado reflejo de mi amada
en forma de estanque azul
de miel
de estornino
de gota de agua
de cabellos
regresamos una y otra vez al centro del fuego
del dolor
del huerto
la distancia la desgarrada higuera
y eternamente otra y eternamente igual
en la corriente en el llanto
salitre otoño alba rota soledad escondido silencio brisa
furia
años sombra desventurado niño simiente
paredes de olvido lluvia y grito y casa
roja estancia andenes
te doblegas te curvas en tu fiebre antigua en tu costado
los dos solos devorando toda noche toda celda
súbito amanecer canal del sueño
lengua que disuelvo en mi silencio en mis dos puertos tibio cuerpo llegada partida del mar polo irremediable
y humedecido y nadando entre cataclismos y lámparas
y brazos
sin memoria sin nombre
abierto al dios que nos recrea
en cada espasmo de labios azules de piedras azules
en la nuca en la espuma en el purísimo rescoldo
desciendo al día primero a la primera mañana al aviso
inicial
por tus ojos por tu boca por tu sexo penetro me
despido
pierdo altura razón vidamuerte te tomo me disuelvo
y otra vez te amo nazco soy el día que cerca tus hojas
un río una voz

NO PUEDO DECIRLO DE OTRO MODO

vendrá un día un día vendrá un día
habrá un día
una mañana
y tendremos lo que fuimos somos
hubo un día
una marsopa
un escabel un pámpano en el aire
no puedo decirlo de otro modo
cuando me pongo a conversar sobre estas cosas
mi intención es ser muy claro y muy resuelto
no puedo decirlo de otro modo
vendrá un día un día vendrá un día
una mañana
y todo será muy claro y muy despierto

NOS CONOCEMOS

tardo en convencerme de que existes
que estás ahí
mientras el fuego arde
y el puente y la orilla acercan sus extremos
y el agua continúa
amanece
dice sí
me convenzo del fuego
me convenzo del agua
del vapor
del crisantemo
de la alondra
del suelo que abandono
me convenzo del aire
del caracol
de la noche
me convenzo del sí
de la esperanza y el mar
me convenzo que existo
porque existes
estás resides viajas
tardo en convencerme
pero llego al equinoccio al sol de tus brazos
y el colibrí se extiende
nos conocemos
a pleno día
a cada instante

NOTICIAS

para saber de mí me he puesto el traje aquél
el peine la visera y he recorrido en pocos ademanes
la calleja y la gloria y toda lámpara
oh mi dios mi dios cuánta ternura en un carbón
en la pared rugosa en mi casa en mi papiro
estas vísperas digo estas vísperas de cambio
y sueño y lluvia y confusa sacudida
a punto llegan a mi trapo ardido
a punto para llenar de helechos la ventana
para saber tu nombre tu verdad tu acaso
el maullador olvido que sube en mi garganta
intimidad que deja en pie cada palabra
dicha al pasar mientras me arropo y salgo
y en los dardos de ayer a cal y canto
en el pan en la voz en la rampa órfica y desnuda
por donde asciendo a trompicones esperando
con llanto desigual con grito mudo
allí sorprendo ardores un destrozado simio
expuesta mano al sol ahumada envejecida
sin labios ya me sorbo mis harapos
mangoneo así tanta vaharada oscura
y me deslío a pedradas hacia abajo
muñón llameante florecido de espanto y pura oreja
epifanía coral vorágines que aprieta
el turbio amor y la esperanza ahíta de tanto lecho monocromo violencia sin sentido
pero a todos a mí nos ingurgita y lanza
opio temible bruñida radiación
la misma latitud el mismo buitre

OTROS VERÁN EL MAR

otros verán el mar
la soledad del sueño
encenderán nuevos nombres
viajes felices al extremo de la mañana
otros tendrán secretos
olvido tolerancia
otra voz otras luces
un juego diferente
¿qué vida retendrás mientras tanto
qué esperanza dirás todavía
en la calle o el bosque renacido
en qué rostro o amor revivirás tu viaje?
otros tendrán la isla
conquistarán la inocencia
refundirán la noche la vigilia
el amo y el esclavo
entonces no habrá sido en vano
tanto descenso y tempestad y absurdo
tanto desprecio y lagos de sombra y brujas
tanto perdón y puerta sin llamado
entonces se amarán de nuevo de verdad
un hombre una mujer
al principio al fin del mundo
otros verán sin pausas
sin fronteras inventarán el fuego y la confianza
¿qué día albergará tu nombre
en qué vena o qué metal
tendrá destino tu silencio?

PEPE

inmensos parques libertad comodidades
las esperanzas y los mediodías
pepe será distinto tendrá mejoras sonreirá
puede el mundo tu país tu propia mano
cambiarse al fin
cambiarse en agua en lecho en mis hermanos
puede podría la semana haber tenido
la luz la gracia proseguir
será distinto
hay fuentes hay favores odio y sal
una patria horas libres el vacío
tendrá mejoras sonreirá

POETA EN LA CIUDAD

en difícil amor y opuesta preferencia
en gesto y voz y calle sin cordura
y un adiós solamente
y un tango sin camino
hay un día que es tuyo al principio del mundo
yo nombro contigo la vigilia y el viaje
y el muelle reinventado y el cielo sin las horas
y el largo error y la hierba del río
contigo nombro el día y la cuerda del aire
y un reflejo cualquiera y el favor de la sal
poeta en la presencia y el árbol sumergido
sueño secreto
alas de locura
ojos olvidados
mar sin culpa abierto
al cielo del estío
veo tu bar y tus palabras
que giran en el frío o la lluvia del muro
tu tiempo de canales y deslices
cristal de noche entornadas
ternura y furia de tus años en pie

SOBRE TODA RESPUESTA

sobre el hierro y el tiempo de tus manos
sobre tu puerta y la arena sobre el aire
sobre tu llama
sobre todas tus auroras y tu habla mecida
sobre el horizonte del asombro
sobre la tormenta y el sueño
y mi pregunta y la extensión de castores
sobre tu socorro y tus olas dormidas
como el hacha y el viento
sobre tu lecho llano
herido en sus costumbres
o en sus pasajes vivientes
sobre tus muslos y los haces de otoños y ejemplos
sobre tugurios y respuestas puras
sobre las hojas y el ala de la tierra
sobre tu boca liberada de nombres
no sé más decir ni enseñar en frío
a favor del secreto y la razón
ni palpar la cortesía de los que pueden
clamar por nuevos ojos

TU MAR O TU MAÑANA O LA ESPERANZA

cualquiera fuese el apuro o el llano
la tregua del alba o mi fortuna
o tu ausencia o el viento en que dormitas
o tu mano o el labio inatendido
o las orillas y el aire de tus sienes
cualquiera fuese mi estrella o mi memoria
yo quedo en tus dos arcos
equivocando el vuelo
sin saber ya más y preguntando
con sólo mi amor de pocas voces
di tu nombre y el día de mi casa
alcánzame la furia de tu sueño
tu mar o tu mañana o la esperanza

UNA FORMA DE LLAMARME

si alguien no te llama
si no te llamas
desde muy dentro fuera
si nadie te ha llamado
mejor no digas
no esperes
no te nombres
si no te asiste nadie
por dentro fuera
si no te asiste el pan
alba romero río
una vertiente ayer
toda la vida
entonces cara
ni voz
ni silla
ni presencia tienes
si no la quieres
y evades fuego y nombre
la virazón el día
nada puedes hacer
ni respirar siquiera
pero cuando desde muy dentro
te llamas
te han llamado
entonces naces
tiendes tu mano
la palabra
estás presente
al sol
entre los hombres
en la esperanza
la donación y el aire

UNA VERDAD AL EXTREMO DEL CIELO

has andado el camino necesario
para saber el nombre de este cielo
canta en medio de la ciudad
un corazón de tierra
un viento algunas barcas
y el agua se agita unos instantes
un mar crece dentro de cada pasajero
que suspira o maldice o espera
apretujado en el vagón que lo llevará
al día siguiente del mundo siguiente
donde crecerá el misterio el alga verde
la luz dentro del pino
y la verdad repentina
en la barraca de atracciones