BERENGUER, HECTOR
*

Aquí fuimos dichosos una vez,
la alegría perfecta fue un día en su pura luz.
Una manzana quedó sola en el aire
y ella también se oxida en la caída.
¿De dónde viene ese dolor?
Ese perdido jardín que no es el nuestro
algo lejano nos deja en orfandad,
¿Dónde reina el corazón humano
en qué lugar esperas y estás viva?
¿En qué calle, en qué patio, en cuál esquina
surge tu llama de estrella que no alumbra?
Vendrá la noche por siempre,
como un relámpago de plata,
vendrá, si viene en el dolor más puro
como una ofrenda de palabras.

*

A Don Domanski

El mundo asoma en una mano abierta
y duerme en la otra cerrada.
El que sube por esas secretas nervaduras
puede mirar en las líneas de la noche
y ver en ellas, rostros y nombres olvidados.
Trepar de una mirada las manos del dragón
de los sueños perdidos.
Don, conoce la respiración de la luna
donde aún deambula errante Rousseau el aduanero.
Dios es un sueño eterno que escribe tu destino
dentro de unas manos.
Después todo se construye Imaginando,
y uno sueña con ser el que se es.

*

No tengo paz, no tengo miel,
no tengo pan.
Me ahogo y aun no ha llegado el alba
no tengo pasado.
Han quitado mis ojos de los retratos
me pinchan los ojos para cegarme.
Mis hermanos indiferentes me repudian
ya no tengo historia que sufrir
sus narraciones no me reconocen.
¿Se odia tanto quien me odia?
Quitarme el rostro,
borrarme para siempre de un espejo,
desaparecerme.
Mi vela arde vacilante antes del alba
la luz describe mi sombra
mi antiguo nombre.
Ahora la pequeña luz será nada en la ceguera del sol.
He llegado a la orilla en un sueño
despierto para ser otro sueño.
Hay quien quiere que sea
solo un sueño invisible.

*

Los viejos retratos
desatan sus nudos,
el que hoy es el hombre
se encuentra con el niño
se reconocen, se saludan,
se perdonan.
Somos imágenes pasajeras,
dice el niño.
Somos la suma
de todo lo que fuimos,
dice el hombre.
Hay una sola vida
que asoma con el niño
ríe o llora con el hombre,
después algo los asusta
la vida se esconde otra vez en un retrato
y ya nunca vuelven a encontrarse.

A LA MEMORIA DE WAN WEI -(699-759)

Que la serena meditación
subyugue al dragón del deseo.
Que la tranquilidad sea tu alegría.
Que los diez mil asuntos de este mundo
cesen de turbar tu corazón.
Reflexionando, creo que no existe mejor determinación que despedirnos del saber.
Partamos a los bosques donde el viento suspira entre los pinos.
Al amanecer tañiré el laúd
para que sepas que ya no me ocupo de mi hacienda.
Y te invitaré
no digas nada,
a escuchar juntos el canto de las aves.

EL LATIDO DE LA VIDA

Un día como hoy cada hombre fue universo
y el mito gobernaba las estaciones de la tierra.
Lo que era dios y lo que eran hombre y animales
y todo lo que no nombro,
guardaban sus distancias y acercamientos iniciales.
Dios se hizo hombre y el hombre se hizo dios,
y el encanto que los reunía
se disolvió en explicaciones sobre los dos mundos.
Un día el barro moldeará de nuevo
sus criaturas de alfarero iluminado.
El que abra los ojos abrirá los cielos,
y verá nuevamente el vuelo errante de todo lo creado.
En un trozo de ámbar
puedo sentir el tiempo encapsulado en sus misterios.
Esto es el hombre digo,
estas las voces secretas de la tierra.
La vida
está encerrada nuevamente
dentro de la vida.

EL RETORNO DE F. NIETZSCHE

Un hombre igual a él quizá yo mismo
estará otra vez dentro de su carne
para mirar de nuevo el limbo de la tierra.
No sólo una vez sino infinitamente.
Este poema será escrito igual que ahora como un múltiplo.
¿También en cada cosa existe un plagio eterno?
¿y quién somos?
¿solo una falla cósmica?
Este que hoy es mi carne y mis ideas
¿será infinitamente?
¿Dónde está el original?
¿Dónde el arquetipo que abrió la puerta de las repeticiones?
Soy Dionisio crucificado…
Dijo aquél hombre extasiado de amor y dolor.
Su mirada que aún me persigue,
parecía decir: “Somos el agotamiento de lo mismo”.
Un poeta es también,
su propia profecía.

HOSPITAL ESPAÑOL

Si es necesario besarás el escalpelo
que habrá de matarte.
Estás aquí,
venciéndote a ti mismo,
Te pones de pie,
y cantas con furia como el ángel Dylan.
Ahora que te ahoga el último parto
no pierdas la fe,
nadie nos esta mirando,
el cielo será de nuevo azul mañana
y el mundo no dejará de sonreír por falta de poesía.
Un Mishima pelirrojo
mira en lo alto del muro
con ojos de tigre altivo y solo,
mientras el gusano lo devora todo,
la polilla escapa comiéndose la luna
en la ventana.
Nunca estuve tan cerca de entender la vida
como en esta sala de espera,
viendo la confusión como un estado del alma
y la razón humana,
como un parte médico absurdo.

De todos modos se sobrevive igual
sin belleza
y con tan poca sabiduría.
Sin embargo, ¡qué hermosa fue la lluvia en esa tarde de
diciembre!
Tomamos café con Hiram y Marcela
como niños en las catacumbas,
una estatua de mármol nos pareció la virgen
de un claustro sin nombre.
Así es el mundo ilusión y encantamiento.
Una palabra puede cambiar la vida
y sin ser otro ya nunca serás el mismo.
¿Cómo explicar a alguien
la tan temida muerte
como un gesto benigno?
No una perversión,
no un crimen perfecto,
sino algo indescriptiblemente bello.
Como atisbó Rimbaud alucinado,
pero hay que ser otro
poner la vida por delante
y olvidarlo todo.

INVENTARIO DE VIAJE

El amor quiso esto de mí,
quiso que intentara buscarlo y descifrarlo
en todos los amores que he tenido.
Descansa en paz amor de mi vida
quien todo lo conoce, todo lo olvida.
El hombre tiene todas las edades y es un niño,
la ternura y la brutalidad le vienen de la cuna.
Al resto le pone límite el mar como a la orilla,
a nuestro abrazo final cuando llegamos
al eco de nuestra lejana voz,
cuando partimos.
Amar seguirá siendo eterno aprendizaje
de dones y dolores.
¿Angustia esperanzada o pura obstinación?
¿Quién lo sabría?
Es necesario hacer un alto en nuestra huida,
un largo adiós y una corta despedida.

LA CASA DE ARENA

Gusto a sal en la boca,
principio y fin de todas las cosas.
Cuando el verano termine
el viento me tallará como a una duna.
Mi arrepentimiento es no terminar a tiempo
y que mis deseos permanezcan más allá de mi vida.
Anoche tuve un extraño sueño
podía ver pasar el tiempo
como se da la mano o la espalda,
así las cosas cambian de sentido
y con ellas se detiene todo lo previsto.
Hay otro mar e irrumpe en sueños su larga travesía,
piedra horadada que recoges lo que el cielo desprecia.
Vulnerable es todo hombre hecho a la altura de su luz.
Cuando era niño
solía susurrar exigente el término del miedo.
Ahora cuando llamen por mí,
habré desaparecido.
Amo este día porque todo se pierde.
El estar aquí nada más que por nada
cautivo y libre en un instante eterno.
Siento la vida extrañada como si fuera de otro.
¿Acaso ya no soy la sombra de mí mismo?

LA SIMIENTE QUE PERECE

Está a mi lado alguien que no conozco
que nadie conoce.
¿Cuánto tiempo he cargado con un desconocido?
He velado su cuerpo inasible
lo he seguido de una parte a otra de mis días.
Como a Patroclo lo he amado a pesar de estar muerto.
Ungí por él
un arquetipo de la muerte.
Cualquier figura puede estar en el interior de su círculo.
Antonius Block, el caballero del séptimo sello,
siempre irá más lejos que Ingmar Bergman.
La creación es superior al creador.
Hay una partida de ajedrez imposible de ganar.
¿Cuánto podemos demorar su término?
¿Es el arte eterna alquimia?
¿Solo de lo efímero se construye lo perdurable?
Siento en la noche su poder como el fin de mi mundo,
su crecimiento como mi desaparición.
¿Tendré que morir para saberlo?
Esa parte innominada se adueña de mi vida
y es la que decide.
Ya no importa la fortuna
si aliviado veré el fin de todo engaño.
Somos la simiente que perece.

MANUELA

Has vuelto de donde la carne es sueño
donde el ayer asoma a las puertas del corazón
fuera ya de la embriaguez del tiempo.
La palabra imperfecta quiere que no te apagues
sombra amada,
entre las infinitas sombras del olvido.
Que no me ciegue la ilusión de ser,
que es también incertidumbre,
quiero este instante en la caducidad del tiempo
donde todo se construye y se destruye.
Allí la memoria de haber sido,
golpeando la puerta de un dios que no le abre,
y la pasión infinita de imaginarse otro.
Sé como Pavese
“Que vendrá la noche y tendrá tus ojos”.
Tu mano tibia como cuando éramos niños
y yo era un niño para verte.
Grácil movimiento del cuerpo de entonces.
Transfigurado aliento que habita el desvanecido instante,
como un desolado grito.
Si nadie es nada en nadie,
dame al menos tu asilo,
dame al fin el fin del deseo,
donde la nada se dibuja ensimismada.
El alba me sorprende
contemplando el aromo florecido,
otra vez la mañana estalla y deslumbra.
La Insoportable belleza del mundo.
Corazón mío hecho de todos los adioses.
¿De quién es el dedo que señala la luna?
¿Del hombre que señala?
¿Es la luna señalándose en el hombre?
8399¿O es ese límite impreciso que sostiene el universo?

MELANCOLÍA DE UN DÍA PERFECTO

Aquí fuimos dichosos una vez,
y la alegría fue perfecta ese día en su pura luz.
Las manzanas quedaron en el aire sin oxidarse nunca,
jamás hubo caída.
¿qué se siente en el dolor que no se siente?
¿qué señala la vida guardada en los retratos?
¿qué enemistad separa lo que no sucede?
Prepara un largo viaje,
con los mismos movimientos que cuando te quedes,
preparalo.
Siempre habrá un infinito distante
si te quedas o te vas.
Estamos tú y yo en aquél jardín que no es el nuestro,
¿No es que las cosas hablan su puro silencio?
¿O como en un sueño nos dejan siempre su orfandad?
¿Dónde queda el tiempo del corazón humano?
¿Dónde está el lugar que nos espera?
No la calle, ni en el patio, ni la esquina,
donde se agitan entre las estrellas muertas.
Tuve tantos ojos para nunca verte,
tantas formas de mirar adentro
como si mirara mi propio eclipse.
Prepara tu largo viaje para quedarte solo.
Preparalo,
y que la memoria nada sepa
en esa lucha desigual con el olvido,
al fin siempre viene la noche

OCTUBRE

Por fin el tiempo gira
en la danza del solsticio.
Hay tanta madurez
tal dulzura
en los ojos pervive.
Encanto de estas horas,
señaladas por el sol y por la abeja.
Ahora que todo se inclina
hacia su propia gravedad
y el fruto se dilata
en la levedad del aire.
Fuego encendido en otro fuego
no te de pena el hombre y su miseria.
En los ojos revive aquello que el corazón
nunca condena.
Algo fragua la carne,
duerme la tierra y luego la despierta.
Silencie ahora su tambor el tiempo.
Que lo que en estas horas de su salto
sea después un caer enamorado.
A veces,
sólo a veces,
ese caer sabiendo,
podemos medirlo con palabras.

PENSAR EN LAO TSÉ

Algo imposible habita en cada hombre,
una construcción permanente y también su contrario
la destrucción indefinida.
Este cálculo escapa a todos los sistemas y medidas.
No somos libres,
lo de abajo agita a lo de arriba
vivir es como estar en un mundo paralelo
caminando confiados con fines opuestos.
Siempre hay un salto en el centro de la vida
que nos une y nos separa de todo.
Allí uno es el testigo de todo lo que uno no es.
Ya no se confunden anhelos con certezas.
Habitamos un ánfora sin tiempo junto a un genio cautivo.
Donde conviven desde siempre creación y destrucción,
en la delgada piel de un ser humano.

SOBRE LA ANTIGUA LUMBRE

La magna rosa estuvo siempre a tu costado
sumergida en lo profundo del sueño.
Tuya y desconocida al mismo tiempo.
Pero apenas tus manos la tocaron…
¿No has sentido caer a sus remotos pétalos en el río del tiempo?
Hace años dije : Somos movimientos de la luz,
criaturas dibujadas por la luz en las márgenes del sueño.
Y ahora escribo aun reclinado ante la antigua lumbre,
buscando sin razón, donde habita la negrura del mundo,
donde el hombre no resiste investigo la miserable pica
que perfora el corazón de lo amado.
Allí voy palabra leve… para que la luz sea,
y el corazón se abra rendido ante la antigua rosa.