GELMAN, JUAN
ANCLAO EN PARÍS

Al que extraño es al viejo león del zoo,
siempre tomábamos café en el Bois de Boulongne,
me contaba sus aventuras en Rhodesia del Sur
pero mentía, era evidente que nunca se había movido del
Sahara.

De todos modos me encantaba su elegancia,
su manera de encogerse de hombros ante las pequeñeces de
la vida,
miraba a los franceses por la ventana del café
y decía �los idiotas hacen hijos�.

Los dos o tres cazadores ingleses que se había comido
le provocaban malos recuerdos y aún melancolía,
�las cosas que uno hace para vivir� reflexionaba
mirándose la melena en el espejo del café.

Si, lo extraño mucho,
nunca pagaba la consumición,
pero indicaba la propina a dejar
y los mozos lo saludaban con especial deferencia.

Nos despedíamos a la orilla del crepúsculo,
él regresaba a son bureau, como decía,
no sin antes advertirme con una pata en mi hombro
�ten cuidado, hijo mío, con el París nocturno�.

Lo extraño mucho verdaderamente,
sus ojos se llenaban a veces de desierto
pero sabía callar como un hermano
cuando emocionado, emocionado,
yo le hablaba de Carlitos Gardel.

ARTE POÉTICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

CONDECORACIONES

Condecoraron al señor general,
condecoraron al señor almirante,
al brigadier, a mi vecino
el sargento de policía,

y alguna vez condecorarán al poeta
por usar palabras como fuego,
como sol, como esperanza,
entre tanta miseria humana,
tanto dolor
sin ir más lejos.

DE �EXILIS�

de los deberes del exilio:
no olvidar el exilio/
combatir a la lengua que combate al exilio/
no olvidar el exilio/ o sea la tierra/
o sea la patria o lechita o pañuelo
donde vibrábamos/ donde niñábamos/
no olvidar las razones del exilio/
la dictadura militar/ los errores
que cometimos por vos/ contra vos/
tierra de la que somos y no eras
a nuestros pies/ como alba tendida/
y vos/ corazoncito que mirás
cualquier mañana como olvido/
no te olvides de olvidar el olvido

Roma/9-5-80

EPITAFIO

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mi
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

(Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.)

GOTAN

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mi estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

HOMENAJES

el pueblo aprueba la belleza aprueba el sol
del espectáculo del mundo aprueba el sol
aprueba el río humano
en la pared de caras populares escribe �apruebo
el sol�

¿no hay dolor o pena en el mundo?
¿humillaciones no hay y fea pobreza?
¿no cae la baba policial sobre la mesa de torturas?
¿no piso y pesa la bota del tirano?

hay dolor y pena en el mundo
humillaciones hay y fea pobreza
cae la baba policial sobre la mesa de torturas
pisa y pesa la bota del tirano pero

el pueblo aprueba la belleza
bajo la baba policial escribe
bajo la bota del tirano de turno
sobre la mesa de torturas
escribe �apruebo el sol�

HUELGA EN LA CONSTRUCCIÓN

Ni el vino fuerte de los mediodías
tomado al viento.
Ni la escalera, el sol, el aire.
Sobre el andamio está de pie el silencio.

Los hombres se miraron despacito
del corazón al hueso.
Se tocaron la muerte más abajo.
Decidieron.

Tal vez maría llore estos asuntos
Llorará para adentro.
Se ha de secar la cara con la noche.
El hombre no sabrá, una pena de menos.

El hombre mirará sus manos quietas,
dirá tengo o no tengo.
Crecerá de cojones para arriba,
puro de nuevo.

Puro esta vez que hay vino en el hermano,
pedacitos de pan en los ojos de pedro.
En virtud de esta cosa
suele volverle el niño desde el pecho.

En virtud de esta cosa
el silencio de pie sobre el andamio
se sacaba el sombrero.

IX

Hacemos cola ante el país, al descampado, llueve, se
alzan lenguas de fuego que lamen a los santos, las calaveras
pasan pajareando, senos de una mujer arrastran cielo,
la cola de 14.000 kilómetros viborea, hierven los argenguayos,
urulenos, chilentinos, paraguanos, están tirando
de la noche sudamericana, rechinan de almas en silencio,
su verdadero trabajar.

Roma/11-5-80

LAMENTO POR EL ARBOLITO DE PHILIP

philip se sacó la camisa servil
llena de tardes de oficina y sonrisas al jefe
y asesinatos de su niño románticamente hablando
su niño operado cortado transplantado injertado
de bucólicas primaveras y Ginger Street volando alto
verdadera
en la tarde de agosto cruel o gris

se quedó en pecho philip y cuando
se quedó en pecho hizo el recuento feliz de cuando:
le sacó la lengua al maestro (a espaldas del maestro)
le hizo la higa a la patria potestad (a espaldas de la patria
potestad)
formó cuernitos con la mano contra toda invasión maternal
(a espaldas de toda invasión maternal)
se burló del ejército la iglesia (a espaldas del ejército la
iglesia)
en general de cuando
ejerció su rebelde corazón (dentro de lo posible)
fortificó sus entretelas acostumbradas al (siempre que
el tiempo lo permita)
engañó a su mujer (con permiso)
philip era glorioso esas noches de whisky y hasta vino
exóticamente consumido con referencia a la costa del sol
una palabra encantadora lo detenía semanas y semanas a
su alrededor

so por ejemplo
o sol digamos
o la palabra sol
como si philip buscara lejos de la sociedad industrial
fuentes de luz fuentes de sombra fuentes

qué coraje hablar del sol

como suele ocurrir philip murió
una tarde lenta amarilla buena callada en los tejados
no hablaremos de cómo lo lloró su mujer (a sus espaldas)
o el ejército la iglesia (a sus espaldas)
o el mundo en particular y en general súbitamente de
espaldas
su viuda le plantó un arbolito sobre la tumba en Cincinnati
que creció bendecido por los jugos del cielo
y también se curvó
y si alguien piensa que lo triste es la vida de philip
fíjese en el arbolito le ruego
fíjese en el arbolito por favor

hay varias formas de ser mejor dicho
muchas formas de ser:
llamarse Hughes
hablar arameo mojarlo con té
estallar contra la tristeza del mundo
pero a ustedes les pido que se fijen
en el curvado arbolito
tiernamente inclinado sobre philip
su pecho en pena en piel como se dice

ni una pajarito nunca
cantó o lloró sobre ese árbol
verde y todo inclinado
inclinado

LLAMAMIENTO CONTRA LA PREPARACI�N
DE UNA GUERRA AT�MICA

Voy a firmar aquí porque me dijo
que es bueno andar con la sonrisa entera,
silbar bajito una canción cualquiera,
tener un perro, un árbol, un amigo.

Voy a firmar aquí con el testigo
del cielo azul sobre la lapicera,
porque me acuerdo de una primavera
que se coló una vez por mi postigo.

Voy a firmar aquí porque me toco
el corazón creciendo poco a poco
por este amor que brota de mi hueso.

Voy a firmar aquí contra el espanto,
por la paz, por la vida, por el canto,
por el gorrión que vuela cuando beso.

Afirmo fieramente: tengo estómago.
Pero no, pero no. Mejor dejarlo.
Ayer nació un gorrión en mi camisa
y hoy me cité de nuevo con un árbol.

Pero además resulta que estoy vivo,
fértil de sangre aguda en el costado.
El señor hambre se metió en mi casa
y no sé cómo echarlo.

Pero no es eso,no. Mejor dejarlo.

Me duele un abedul lleno de cielo
que en mi recuerdo recogí en el campo.
Urgentemente debo hablarle hoy.
El se cree olvidado.

El almacén, la luz, el alquiler,
todo lo que se debe y no está pago.
Espero un hijo, allá, para diciembre.
Pero no, pero no, mejor dejarlo.

Me aguarda el aire. Es junio y hay invierno.
Llueve exclusivamente en mi zapato.
¡Ay de la carne que se ha comido!
Pero no es eso, no, mejor dejarlo.

Estoy de novio con la primavera,
con mi mujer y con mis manos.
Si me toco la frente con un silbo
echo a volar mis pájaros.

Pero no, pero no.
Mejor dejarlo.

MARÍA LA SIRVIENTA

Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con pajaritos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.

Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.

Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desdeluegoquerida.

En la comisaría fueron decentes con ella,
sólo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de llorar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas,

Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.

Aquella noche las señoras y señores se perfumaban con ardor
por el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno,
en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas del
alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.

MI BUENOS AIRES QUERIDO

Sentado al borde de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.

Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.

Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.

ORACIÓN DE UN DESOCUPADO

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseño la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay.
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
porque no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre.
bájate, ¿qué han hecho
de tu criatura, Padre?
¿Un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?

SOMAS

the times literaly supplement dice:
�golpear genitales con todo el puño implicaría ruptura
violencia y enorme daño para los
órganos envueltos�
¿y aplicar la picana eléctrica en los genitales?
¿y quemar golpear el cuerpo tendido y volver a
aplicar la picana eléctrica en los genitales?
¿y volver a quemar golpear el cuerpo tendido y
volver a aplicar la picana eléctrica en
los genitales?

no hay rías para los genitales varados en el sur
implicaría aplicaría
los genitales están implicados por acá
sufren aplicaciones ruptura violencia enorme daño
por acá

los genitales se disiparon en la niebla de Londres
envueltos en las hojas amarillas del times literaly
supplement
la tinta los excitó
la tinta convirtió su rabia en hechos somáticos
eróticos
acá lo somático es así:
aplican la picana eléctrica en los genitales
queman golpean el cuerpo tendido y vuelven a
aplicar la picana eléctrica en los genitales
vuelven a quemar golpear el cuerpo tendido y vuelven
a aplicar la picana eléctrica en los
genitales
varados en el sur

VELORIO DEL SOLO

Especialmente anda preocupado
por el tiempo, la vida, otras cositas como ser
morir sin haberse alcanzado a sí mismo.

En esto era tenaz y los días de lluvia
salí a preguntar si lo habían visto
a bordo de unos ojos de mujer
o en las costas del Brasil amando su estampido
o en el entierro de su inocencia (muy particularmente).

Siempre tuvo palabras o pálidos y pobres pedazos
de amores sin usar, de grandes vientos,
trece veces estuvo por entrar a la muerte
pero volvió, de acostumbrado, decía.
Entre otras cosas quiso
que alguno más entendiera este mundo
con lo que horrorizaba a la propia soledad.

Hoy lo velan tan espantosamente aquí mismo,
entre estas paredes por las que resbalan todavía sus puras
maldiciones,
desde su rostro cae el ruido de las barbas aún vivas
y nadie que lo huela
llegará a imaginar cómo deseaba gozar con el misterio del
amor inocente,
darle agua a sus niños.

Mientras devuelve la piel y los huesos prestados al descuido
miro a lo lejos su figura y se persigue
por lo cual sin duda pronto
va a empezar a llover.

VI

Del espesor de la experiencia. Hay discursos que
rozan determinado espesor, parecen expresarlo, pero un
despegue, una distancia, una nota no falsa pero distraída los
distingue. La ajenidad de esos discursos —cualquiera sea su
universal aceptación- certifican de nuevo esta perra soledad.
¿Será soledad, que no tiene discursos? ¿Perra que ladra
a la luna, sorda de su derrota, satélite o muertita?
¿En qué lengua podría hablar la soledad? El que perdió
sus hijos, su másvida, ¿qué piedras escupiera por la boca?
¿Y quién las iba a recoger como señal de amor, o a entender,
aceptar, recibir, aunque sea sentir en la ventana?
La soledad de la palabra. La lluvia barre los países del
alma. Una palabra va por el camino, aterida, temblando, no
sabe adónde. Sólo sabe de dónde: tanta sangre camina ahora
bajo la lluvia nueva, limpia, fresca, ignorante.

Roma/10-5-80

VII

¿Hasta dónde este exilio exterior coincide con otro
más profundo, interior, anterior? ¿Hasta dónde los idiomas
extraños, la ajenidad de rostros, voces, modos, maneras,
encarnan los fantasmas que asediaron mi propia juventud?
Rostros confusos semiborrados por la madrugada que no
podía dormir, idiomas extrañísimos oídos al pie del mundo
que faltaba, en sábanas de sueño tendidas por la noche.
Todo eso puede ser. Pero ninguna lengua oscura
entonces me decía sepá, nienteafato, ferboten, nius, antunche.
Eran idiomas de no estar, temblaban como recién nacidos,
leyes de fierro no marcaban sus pliegues, podían
volar, inesperados.
No.
Ese otro exilio nada tiene que ver.
A lo mejor era el exilio del futuro.
Era el exilio del duro presente.
Aquí, además, nos hacen tajos el pasado.

Roma/ 11-5-80

VII

No hacemos cola frente a la fábrica de sueños.
Hacemos cola ante el país. Estamos en una fábrica de sueños,
comer, dormir, amar, son como sueños, cada día fabricamos
estos sueños y llegamos por ellos al día siguiente o
sueño.
Estoy soñando con la vía del Corso y el Jorge con la
rue de Mouffetard. Calles soñadas por nosotros, de espaldas
a nosotros, que nunca nos sabrán. Las pisamos de día y
de noche, pasamos por ellas, nos desangramos contra ellas,
tal vez hasta lloramos en ellas, sueños de piedra que reconocen
otros países.
Nuestra mirada de fantasmas las aterra. Sueñan que
no existimos, que no pesamos sobre ellas.
Calle ajena soñada por mí: me desoñás perfectamente.

Roma/11-5-80

VOCES

eugenio triste era un
triste que a veces preguntaba
si solamente era verdad
la lejanía el cierto olvido
más cierta la hoja seca que
el brote nuevo preguntaba
eugenio el harto mi reDios
de tanta técnica o científica
o máquinas que nunca le
devolvieron la mujer muerta

de su mujer nacían números
otros abstractos sin calor
color olor o simple vida
a modo de ruido insolente
o gran saliva en el amor
o equivocadas dolorosas
las dos distancias que se ataban
o ardían sin cuidar el arte
del rizo o raso sobre el labio
sin cuidar fuegos como lujos

ah camarada en la tristeza
linda podrida del revés
le subían exactitudes
planetas ya vacíos como
los vestidos sin cuerpo donde
amarilleaban los aromas
los encuentros los desencuentros
que hubo o hubieron como hubiesen
o celebrando la pasión
o las porfías espantosas

eh camarada triste triste
eh triste eugenio raro es
el mundo el barro el río el tiempo
que te dio vuelta el rostro para
que te miraras el través
la espalda que latía bajo
el diente que le hincaron y
agujeritos como perros
que no respetan dioses se
cubren de dorados ung�entos

¿también a usted lo preocupaba
el rigor mortis conturbat me
a manera de perfección
de grande pájaro en su luz
quieto en innúmeras regiones
del corazón acomodado
mientras rumores en la noche
crecían como desamparos
y se desceñían los mirtos
que lo honraban especialmente?

ah caballadas del pesar
lo galoparon o dejándole
un gran polvo en la boca o
una verdad como una furia
o sea como una tristeza
le taparon el ojo del
alma como se dice y un
tajo hondo le dejaron donde
pasa volando el amor de oro
¡oh niño tierno ciego no!

con eugenio hicieron un vuelo
que buscaba una amiga dulce
para dormir para dormir
de las que ven la luz del sol
no tienen doble la salud
y fluyen como ríos como
los animales en su pico
gallos que anuncian la mañana
también para el silencio hay
una recompensa sin riesgo

¿cuándo levantarás un palo
con tu pedazo ya mitad
en los cajones de la cielo
y no apagando nunca lámparas
como cenizas triste triste
y de las manos te salieran
toda la ausencia como miel
la dolor como suave pájaro
la sufrimiento como mundo
y el adverbio con yerba encima?

así quisieron verte eugenio
los insectos alados que
por los caminos más oscuros
las algas viejas las ballenas
las dos maneras de la mar
los matrimonios instantáneos
buscan comer vírgenes suaves
goletas delirantes antes
de convertirse en sus retratos
como espectros los más humanos

ah pobres de la tierra nunca
terminarían de pagar
himnos que hacen brillar al sol
como bandidos que vigilan
viejos tesoros escondidos
puros terribles como plantas
curanderas del corazón
para el eugenio triste triste
al que jamás le devolvieron
la esposa muerta muerta muerta

ojos orejas para quién
boca nariz hacia qué carne
y así el eugenio se encerró
como rodeado de injusticias
se le caían astros antiguos
que él no iba a levantar
y un silencio lo envolvió
que lo hizo hablar por una vez
sin saber quién lo trajo o
como empezando su defensa

cuando sus palabras se hundieron
en la tierra que lo esperó
aún tuvo tiempo de mirar
la luz que le subía del pecho
afirmando que todo es muerte
afirmando que todo es vida
como una última mujer
o esposa con la que bajara
ya libres de escaleras por
lo que come a buenos y a malos

X

Serías más aguantable, exilio, sin tantos profesores
del exilio, sociólogos, poetas del exilio, llorones del exilio,
alumnos del exilio, profesionales del exilio, buenas almas
con una balancita en la mano pesando el más o menos, el
residuo, la división de las distancias, el 2×2 de esta miseria.
Un hombre dividido por dos nos da dos hombres.
Quién carajo se atreve, en estas circunstancias, a
multiplicar mi alma por uno.

Roma/11-5-80

XII

Desconsoladamente
Des
con sol,
hada,
mente.
Roma/13-5-80