MORENO DE MERCADO, CARMEN
A IMAGEN, ES EL VERBO

El Hombre de pie
era un verbo vertical,
luminoso.

Vigilado
por órbitas exactas.
La nada retrocedía atrincherada
más allá de su mirada.

ARRIBAR

No todo está perdido
ni consumado.
Siempre existieron y existen
los nazarenos, los ghandi, los luther king
los madre teresa
los hannibal, los peñaloza, los angelelli,
como soles, como granos de trigo o vertientes manadoras de agua clara,
de burbujas de oxígeno, o de sueros
y de aloes para remediar agonías
y llagas.
Nombro también a los anónimos
serafines sembradores del polen
y de los átomos de Dios
en esta obstinada ceguedad del mundo.
Son ellos
los que siguen abonando esta desencajada
historia
y seguirán en contra peso
conduciéndonos
con la antigua lumbre
de sus vidas socializadoras
del dolor, del amor y de la entrega.
El hombre arribará
o regresará a la luz intacta
a las verdes y libres praderas
de su inextinguible esperanza
y recién…
grabara su verdadera
historiocidad humana.
De La habitante del lodo

CONMOCIONES

A un costado del frío
descenderán sobre el mendigo las revelaciones y los milagros.
Como aquel, el memorable,
cuando un manojo de inusitada
luz y sílabas hizo crepitar
su barro.
Creo que entonces se inauguró
el universo, y se puso en marcha.

DEPRAVACIONES

Ahora…
del otro lado del mundo
llegan los gritos del hombre
golpeando como siempre
contra el mismo muro de orfandad e impotencia.
Los lobos sedientos, desbocados,
trizaron los párpados del día,
¿En qué guaridas estarán ahora,
aplacando sus instintos,
sus garras en reposo,
escudriñando de nuevo sus cielos negros
¿y sus astros hirsutos?
Después de haber amordazado
el día,
de haber sembrado el terror
y muertes las vías,
por las que ayer transitaba
en un sonoro ¡ole! La vida.

DESPUÉS DE LAS NIEBLAS

Ya están las atalayas existenciales
obsesionando su erizado meridiano
y el portento de su cápsula verde-azul
rielando el universo.
Las comarcas
sabrán de su labranza,
el cielo anclaje vivo
de las agujas de su luz
inteligente.
Después de encadenados siglos
él será el raudo trueno que hará estremecer
las ecuaciones infinitas,
con su lucidéz cuántica.

EL EXTRAVÍO

En un altar plástico
de gérmenes radioactivos
que desarman las plegarias,
el hombre inmola su extravío.
En qué exang�es orillas
inventará otros remos,
otros mares,
para navegar de nuevo
hasta la claridad intacta.

EL IDÓNEO

En esas atalayas de
moles y aguas profundas
donde las sombras y la niebla
debaten,
él tornará útil la luz.
Llave exacta par abrir
las sombras herméticas.
Porque
el hombre no sólo es,
una mancha de sangre izada
por huesos,
ni un adobe vehemente
portando su lámpara.

EL INSÓLITO HUÉSPED

de la nada
ya estaba involucrado,
era parte de la trama
que aun tenía la tibieza
de los dedos de Dios
y su aliento.

Yo estaba inmerso
en el ámbito quimérico
utópico, de sus posibilidades.

EL OTRO ROSTRO

De existir
un espejo
le devolvería en imagen
su castidad, su halo,
sus ojos mansos…
y su dramatismo inadvertido.

ELLOS … LOS OTROS

En los últimos muelles
el arco recupera la flecha,
epiloga el ensimismado
diálogo.
En mi soledad
extiendo la mirada y advierto
sin muros de por medio
a los otros,
a los absortos de sí,
a los, también
oficiantes del lodo.
Atardece…
el aire se colma de mohines difusos,
tiernos…
Mañana marcharemos juntos en grupos
desafiando los ya, comunes horizontes.

ESE ALGUIEN

Las insalvables lejanías
ya tenían medida.
El Hombre.
Ese alguien que avanzaba
en dos piernas, bebiéndose
el paisaje, olor a sol,
olor a agua.
Mientras una fiebre anónima
en ebullición,
saboteaba su inocencia.

LA SÚBITA CAVERNA

En sus canteras de luz
el hombre levantó el tablero
diseñó y tasó
fantásticos imperios,
fantásticas ciudades.
Como un rayo tenaz, alucinado
saboteó la paz y la esperanza
cegando
las lámparas de la ternura.
En su siembra absurda
olvidó nombres y edades.
Ahora en su esqueleto avanza
en pergeñadas máquinas
Tasando tierra y aire.
¿Dónde esconderá su caverna abarrotada
de botones sicodélicos?
Guarida en la que resucitarán los instintos
y los miedos al asedio y al hambre
el que jamás será saciado.
Sólo si Dios
por ser Dios
le sale al paso.

LA VASTEDAD

¿Qué hacer con tanto espacio
con tanto cielo desmedido?
Sino incorporarse
y empezar a desandar
entre serpientes
y palomas.

POEMA MÁGICO

Un paso más y en falso
ahorcará la historia
la que nos salva,
aquella en que la ternura
levanta sus barricadas de pétalos
para esconder el asombro,
y el amor.
Esa historia que aún existe…
en el virtual ámbito
donde los árboles son los dedos
verdes de la tierra
asumiendo a Dios.

POR LOS NOSOTROS

Siempre el mismo paisaje.
El trigal, el hambre.
Las criptas, la sed.
Las piedras, la nudez.
El grito del hombre, la pared.
La esperanza esperada,
arribando lenta hilvanada al revés.
El hombre fgra de siglo en siglo.
En un torno de soles amasa
sus días, sin lograr el punto
a su pan.
Entonces, las maletas, el andén,
los atrios, las tarimas levantando
discursos con los �Fáciles Nosotros�,
salpimentando sus desayunos de trabajos
y los juramentos en vano del poder.
¡Somos huérfanos sueltos! �Los Nosotros� son sólo de nosotros.
De los cotidianos originales
de la fe.
De los que arrojan la red,
de los topos que socavan
su destino mineral,
de los que tienen los pulmones
devanados por los hilos enajenados
del robot,
de los que cercan en las lentes
o probetas la lascivia obstinación,
de los que levantan las linternas
de tizas en la oscuridad,
de los equilibristas del andamio
a plomadas, sin red,
de los que despiertan a los pájaros
cambiándoles trinos por gritos
al amanecer,
de los pequeños esclavos del brillo
del cepillo y el betún.
Sólo de �Ellos� son los �Nosotros�
De los que, de regreso en cada tarde,
sujetan el carro en los horcones
de la fe.
De Orígenes y Perfiles

RESISTIDO SUEÑO

Admito que perder el asombro
y quebrar el ala del presagio
es extraviar el pulso,
es plegar el alma. Es cargar sin reproches
las piedras del tropiezo
y las cegueras
Es evitar que los huesos
acumulen el sol
que nos ha de entiviar
hasta sucumbir en el frío
y la noche de la nada.

SIN PAZ Y SIN CALMA

El tiempo,
el de la obsesión…
es ahora simplemente
un oráculo estrellándose;
¿Cuál la medida de este caos que invade y desborda arrasando
el aire?
No más la calma…
mientras se levante en ira
el hambre.
Mientras el cemento se pinte
de sangre.
Mientras haya descalzos sin pan
y sin aulas.
Mientras los chacales saqueen
las ubres arrasando el campo.
Mientras en recitos
se rubrique el éxodo del sudor
y la esperanza,
y mientras aquellos, no vomiten
la ambición y la impiedad desde
sus vísceras.

SOLES OSCUROS

En el reloj del hombre
el tiempo avanza a destajo
En soles oscuros advienen
como látigos la trasgresiones,
la ambición y las guerras. El hombre a un costado
apenas es
un saco vaciado de semillas
soñando con nubes y terrones.

SOMBRAS

Eran tiempos en que la luz
acontecía a plomo
y la noche escondía todo.
En el aire…
sólo la caligrafía alada
del viento y de los pájaros.
Así debió vivir las luces
extenuantes…
y las noches,
enloquecedoras sombras,
sobre su sombra.

TE CELEBRO

Yo
la exiliada,
la que sembraste entre
el ángel y el demonio
llama a tus puertas.
Quiero derramar la única aleluya
de mis huesos,
mis palabras para honrarte.
¡Humanízate, quédate cerca!
!Descansa, de Tí!
¿De que ardentías te fundaste?
¿En que fraguas, en que pailas? Que… ¡Mi Dios!
Si respiras viertes música.
Si sueñas gestas astros.
y si tocas, levantas murales
en lilas y naranjas.
¿Quien tu par para el aplauso?
Aquí los genuflexos hostigamos
los misterios y morimos
genuflexos
!Oh, mi Dios!, !Oh, mi Dios!

TRANSPARENCIAS

No existían posesiones
ni despojos,
ni ansiados paraísos.

Por única vez la libertad
era abierta, transparente.

El hombre era el aire
la libertad era el hombre.

TRÍPTICO “HOY”

I
Ahora…
del otro lado del mundo
llegan los gritos del hombre
golpeándo contra el mismo muro
de orfandad e impotencia.
Los lobos sedientos, desbocados
trizaron los párpados del día
¿En qué guaridas estarán ahora
saciados sus instintos,
sus garras en reposo
escudriñando de nuevo
sus cielos negros y sus astros hirsutos?
Después de haber…
amordazado el día
de haber sembrado de terror
y de muerte, las vías
por donde ayer transitaba
jubilosa la vida. II
Los claveles y malvones
simulan ser los mismos
el humo de la pólvora
aún los inhibe.
Las cruces de nuevo sangran
los surcos sin sus ajetreos
testimonian el despojo.
¿Quien acayó las voces?
La sensatez, ¿Dónde?
Hoy España con su lastimadura acuesta
deambula por enlutadas calles.
Sus campanas doblan
entre crespones y requienes.
Mientras la humanidad tiembla,
a su costado los inocentes gimen.
¿Quien arrazará la jungla
de los herederos legítimos
de las cavernas?
¡Cuanta ayuda humanitaria!
¡Cuantos misiles de amor!
¡Cuantos tanques de ternura!
necesitamos…
para restaurarle a la vida
sus heridas.
III
Estratégicamente,
la jungla está dispersa. Desde el alba convive
con los desaprensivos, nosotros.
Nos rastrean, nos persiguen…
toman notas, planifican
y elaboran sus catastros
sus blancos…los hogares o las patrias.
Después el dedo abieso
detiene las agujas de la esfera
a esa hora el zarpazo.
Por eso hoy
caminar junto a los otros
tiene el alto precio
del saqueo, el morir igual,
o por suerte seguir vivo.
Aquí deben levantarse enérgicas proclamas
al de la túnica, el rastreador del mal
y a los �Fe de erratas�.
La misión es,
lavar la sangre de las calles,
desactivar las usinas alimentadas
por los crímenes de cada día
desactivando la ambición de las neuronas
para que nuevos regueros de corduras
fumiguen la pólvora.

VÍSPERAS, SOLO VÍSPERAS

De siempre
los hombres investigan
manuscritos,
disputan profecías.
Fundan doctrinas,
afianzándose
en sus cátedras,
en sus posturas académicas
enjoyadas de retóricas.
Viven dentro de sus cosmocidades
ciegas,
cuidando de no salirse
de sus elites.
Por eso cuando ventilan sus portentos, estos sólo son
necedades para el resto
de la raza.
De nada valen los cerebros
acumulados, sin el fértil
rocío del amor y la entrega.
Ni las licenciaturas todas,
de nada valen.
Detengámonos y observemos
el contexto,
no le cabe una sola palabra más
a la verg�enza, a la miseria…
Pero ellos irremediablemente
siguen, en congresos,
embajadas y reuniones cumbres
consultándose el caos.
Alucinados van camino
arriba.
Todavía en tronos o sillones
tapizados de soberbias
y lisonjas.
Aun… van, de vísperas en vísperas
extraviados… ¡pero van!