NEGRONI, MARÍA
ALGO NUNCA VISTO

De Cantar la nada, 2011

como cuando se dice a alguien
no te despiertes de mí
no me prohíbas
con tu razón traidora

y a bordo de un velero azul
aparecen de pronto
varias figuras retóricas

la anáfora de un beso
la catacresis de un llanto

y una linterna mágica
alumbra
la sinfonía del mundo

oro mudo
en la noche del pájaro

DE EXILIUM, 2016

Una selva amniótica donde morir
se acuna.

Poco más ocurre
en los días futuros

:

la amada insuficiencia
acopia heridas,
alimenta el juego
de la realidad.

Después amanece
en la isla verbal

:

boda,
ausencia,
mundo y página
sin deletrear.

El dios del parto
en tales modos
del frío.

*

A esta escena
sigue una noche de aquéllas,
abierta a más noche,
por donde se mire.

La realidad infiltrada
sangra al oído de todos
y la herida supura
sin escarmientos.

No es seguro
que esa riqueza persista,
que nos expulse
de nosotros mismos.

Pasa una sombra escrita,
la ortografía
de una pasión trunca.

El poema enamorado
de lo peor.

DE INTERLUDIO DE BERLÍN, 2014

Era de noche o de día en mi biblioteca emocional. Primeras
aventuras, casi graves, casi tristes, y el amor ni al Este ni al
Oeste de la zona oscura. Sin consuelo, el monólogo de la vida.
Tuve que parar al primero que pasaba y preguntar: ¿Cuál yo
es yo? El hombre pareció desesperarse. Bajó las escaleras de un
libro a otro, y empezó a desvestirme de mis frases de piedra.

*

En Berlín, entré por segunda vez como si yo misma fuera
el muro que ha dejado de existir. Graffiti en las costras del
cuerpo. Confusiones de muchacha del Tercer Mundo que
perdió la fe en las revoluciones, talmente lista a sepultar al
amor cuando locura ya no hubo que la ayudara a perderse.
Tuve que insinuarme en estrechuras, ser otra respecto de nadie, renglón sensible, con una voz de aire delgado. Pasó una nena
en bicicleta. Enseñame, le dije, cómo escribir lo que me extraña.
Se alejó sin darse vuelta, liturgia erguida en mi estrella nómade.

*

Días en que me encierro con todo lo necesario adentro y ningún
cielo afuera. Nada como la sensualidad de la nada. Por la calle,
pueden pasar todas las alemanas del mundo hacia el contorno de alguna realidad tan irreal como la mía. ¿Qué podría importarme?
He aquí mi pedacito de infierno, mi derrota dulcísima: sentarme
bajo el sol negro de mi propio cuerpo cuando las plazas duermen
y es la hora del siglo XIX. Mañana te cuento cómo me fue.

ESCRITURAS

el arte es una cosa mental
pero tus manos
alzadas
a lo invisible de mí

como si fueran sordas
al tacto
de lo que no tendremos
quisieron abrir un cauce

y así fuimos un río
y nos íbamos
de la boca a la boca
sin más expectativa
que todo

y hasta pudiera decirse
que una ciudad perdida
se asomó a tu dibujo

mientras los cuerpos volvían
a saber eso que ignoran

IV
(cannon inversus)

una mujer espera
a la orilla del río
para decir lo que no sabe
y el río la ve y no la ve
y ella
en su desnuda inexperiencia
a punto de llegar a lo que busca
eso
que tal vez podría decir
pero no sabe querer

canta

canta como dormirse
en el regazo del agua
que la escribe

como llamando
al río de su cuerpo
que calla de deseo
en la indecisa noche
que lo inspira

y así
en la medida de las cosas
espera
lo que ansiaría

preferir
un líquido temblor
una música incumplida
para saber qué dice
cuando dice
no saber

otoño en la ribera
abiertamente noche

no hay
más historia que ésta

una mujer que invade
la página nerviosa del deseo
como una muerte atenta
a lo que vive
dentro de ella

esa impaciencia
por ser lo que sería
si el corazón hablara
tranquilo en su orfandad

y el río la ve
y después no la ve
y ella
que ignora lo que supo
sin por qué
la inverosímil casa
de las cosas

canta
está cantando ahora
como emprender un vuelo
hacia sí misma

y el río se va
se va la pena escrita
llevándose su imagen
a las tierras del mar
donde ella todavía
no nació
y es ya una desinencia

MONÓLOGO INTERIOR

¿cosa busca la noche
cuando aquí prolifera
tu ausencia más palpable

y yo me quedo en vano
cada vez hacia nadie

eco de qué mármol
de qué aurora

luz de sombra de tu luz
que me naciera

o alegoría del oído

esa campana
repicando

por todo paisaje?

SIGUIENDO UN FUEGO

ahora
si puede decirse ahora
para esto

que siempre está pasando y vino
y encenderá la luz
detrás de cuál imagen

vos
contra un paisaje
cada vez en su temblor

eternamente mi ciudad
que todavía no se supo

y sin embargo estoy cantando
a ese camino que me abrís

encandilada
como una oscuridad
en otra oscuridad

VI
(accidentien)

Buenos Aires no es
la ciudad de los amantes

al viajar
las flecas s distraen
el otoño
llega a un lugar equivocado
o no llega
los barcos
como pequeños cortejos
entre palabra y palabra
se beben el viento el odio
la triste rosa sexual
es difícil alcanzar
el enigma que se es
naturalmente
la confusión de estar en un cuerpo
nunca emigra

a lo sumo
Buenos Aires muere
como una ciudad inclinada

tienen miedo los barcos
a no poder salir
a no querer salir
de la jaula obscena del lenguaje

en realidad
nada ha empezado todavía
nada podría empezar
cuando buscamos lo absoluto
y o encontramos sino flecha
distraídas

es así
no tan breve la cárcel
no tan breve el cadáver
de la rosa sexual

para salir hay que entrar
no por la izquierda
sino por la izquierda

los barcos mienten cuando escriben
mienten cuando no escriben
las decisiones toman un cariz
un poco
trágico

oh Sócrates
haz música

un motín
en el hogar del miedo
no resuelve el enigma
del miedo del hogar

a lo sumo
como esas flechas que llegan
y nunca han existido

las palabras
mueren como deben

luz encerrada afuera
ciudad que no he de escribir

VII
(intemporare)

ciertas músicas
hablan
de lo que siempre no habla
como un poema sobre nada
vuelan en la noche
de aquello que no existe
o existe en la serenidad de las preguntas
de un pájaro agraciado

canta lo que es
y se apresura a morir
para nacer de nuevo
al don breve del mundo

a ras del ala el canto
a ras del canto
la flecha distraída
por su propio esplendor
y su desdicha

llueve
adentro de la música

la música es el mundo�dice el agua
la música es el agua�
dice la sed que escribe
en el pequeño laberinto
armónico del cuerpo

luz leída o cielo memorioso
que somos y no somos
en el inquieto río
de tu nada

ah vida
como otra infancia
esta vez más adentro
el ruiseñor de sombra
cruza el lenguaje

nota contra nota
tu lluvia hospitalaria
no sabe decir cómo es
y no importa

VIII
(quodlibet)

ir volver
de un adónde a un adónde
Susana Thénon

es difícil aquí
no precisamente el Canto X
del Paraíso

¿y?
mucho mejor que irse
y después repetir
cada tanto
éramos había

a veces es tan raro
hay una máquina de guerra
per me si va tra la perduta gente

oh eso

juro que vomito
si escucho una vez más
todavía cantamos

no será para tanto
se trata de vivir ¿no?
Hoy esto
mañana lo mismo
hay un jardín arrasado
abril mueve memorias
eso es todo

bueno
casi todo

a veces
también es hermoso
la partera canta
en el hogar del miedo

¿será posible?

Más o menos
siempre más o menos
te ordeno que sueñes que sufras
que hagas el amor
más o menos

así es
domingo tras domingo

aquí o allá
la sombra al cuello
el inhallable
caracol

¿y después?

Después nada

sin que nadie lo anuncie
un día cualquiera
aparece con vida
la palabra cuerpo

hay que ver cómo canta
la ciudad exiliada