MALINOW, INÉS
AL RÍO DE LA PLATA
A LA ALTURA DE SAN ISIDRO

Padre río blando
alzado en tréboles
nardo tú mismo del agua
estupor cálido donde se resuelve
el verano
nada en tus orillas
la temerosa presencia
de la distancia.
Toma la mano de esta mujer
llévala hacia tus regiones
desnúdala de líquido
y de paciencia
aquiétala hacia márgenes
donde permanezca el deseo
envuélvela de vientos y de juncos
perennes persígnala de magia
cáela hacia el mar
llévala llévala.

AMOR CAYENDO

Los dos tú y yo
vejados necesitados
en el ardor
la calle nos espiaba
para nosotros ella
la enemiga la fría
la abandonábamos entre los brazos
de los hoteles
cómo explicar que ese trozo
era nuestro cielo
país de soledad de amor
de mentira de necesidad
de truenos de siempre siempre
tú y yo contiguos
entre las cenizas
de otros cigarrillos
y la fresca necesidad
de la demanda de todo teníamos
hasta una sábana tan blanca
para envolver la soledad y cremarla
muerte tierra de hombres
arcano país entre los jamás
y el juramento de absolutamente
sí.

De �Tal vez el amor� (Falbo Librero Editor, 1964)

BREVES POEMAS A LA MANERA DE LOS CHINOS

Soy de un país lejano.
Las flores húmedas
que crea la neblina
sobre los vidrios,
son las únicas
que crecen en los campos
pensativos de mi país.

*

Mi amor fue
como un perfume de opio:
imperceptible al principio,
luego apenas doloroso,
después terrible,
y necesario siempre.

*

¡Oh su voz,
llena de perfumes
y tan silenciosa!
¡Su voz como un elemento,
entre las acacias,
cada primavera!
¡Su voz sin ruido,
que me seguía
como una mariposa!…

*

En este lento deshojarse inútil,
estoy aguardándote intensamente,
destino que caminas por los cerros
con tus ojos de colores de pulsera�

*

Tenias un modo
tan especial de no nombrarme,
que durante largo tiempo
me hiciste creer
que tal vez, yo no existía.

*

Profundamente,
podrías haberte llamado.

*

Nacer,
es estar asomado a un paisaje,
y sentir de pronto
la ebriedad del viento,
y la pasión del agua
y el misterio doloroso de la tarde…
Yo nacía los veinte años.

DE PÁRAMO INTEMPERIE

Con las manos parecidas al viento
una pareja reconstruye el mundo
en la zona de la esperanza
Aquí termina el desamor
aquí se inicia
el régimen de los párpados sin horas
Callan las vacilaciones y las mordazas:
debes saber que cada minuto es otro
si renace lo guardado y perdido
Una vez la brumosa mañana alcanzó
para destituir el mundo
Hoy solo caben
las pérdidas y el temblor
o la violencia con que yaces
En la posibilidad del alma

Quisiera saber si el verano entiende
cuánto le agradezco

*

Comienzas el desamor
para desdecir la ternura
su fórmula y su mando
Tu tregua es la batalla
de los otros
como si la sonrisa aproximara
tibiamente la muerte
y todos bebieran
deseándose hermosas palabras

¿Por qué temes la quiebra de la noche?
A veces la vida comienza al revés
para los seres que no conocen retorno
y solo habitan el limite

Asedio o ruptura ¿no se parecen?

Entonces el amor
es el momento en que la hora se da vuelta.

*

Esta es la cita de la vida
postergar sería negarle
al río su cauce
Mas quieres aún saber
cuando todos están ciegos
¿cómo puedes atacar si nadie
se defiende?
Interrogas a tu amante tu impulso
provocas desdeñas seduces
¿ese ser tan blando es acaso el tuyo?
No quieres propiedad ni dominio
ni cercanía
La intemperie te acorrala
y te destrozas
como si amaras

*

De tu casta se han hecho
los féretros y las flores
tan lejos del miedo
como un potro salvaje de la huida
En las incoherencias te solazas
para descubrir al mundo
Una vez fuiste dios su verdugo su recuerdo
por eso conoces el quejido
que marca la noche y la triplica
No das tu espasmo a la simiente
ni tu lujo a la vida
Sabes la luz
la inicias
la maltratas como a una amante nueva
que te entrega menos que el amor
y mas que el tiempo

*

Has elegido el páramo
y la distancia
para que el amor no te tronche
ni vuelque en ti
su sudario de besos
Pero a veces caes en el abrazo
como quien desafía
Una arrogancia erecta
te evade las palabras de siempre
y te das y crees en la guerra
Te recuperas en el asombro:
la gran ceremonia
te ha envuelto como al toro la capa
Por un instante
has sido el corazón del mundo
ahora solo te queda la rabia
la desmesura
un ser deshojado
y en fruto
Mas permaneces en el ardor
sin memoria
urgido de dios
y convicto de eternidad

*

Dura sociedad la del día y el viento
áspera vinculación la despedida
Allí a espaldas de los otros
comienza la guerra
la muerte y su temor
ingenuo y memorable
vuelves a ti mismo
exhibes con pudor tu amalgama
tu idioma es la sorpresa
bellamente te conversas
desahucias las palabras
¿Sólo lo inapresable te sostiene?

La búsqueda te sojuzga
te internas en el instante
comprendes por qué persigues
y postergas y hallas

De �Páramo Intemperie� (Ed Emecé, 1968)

DE TAL VEZ EL AMOR

Acuñada bajo tu furor
ella ha ido tomando tu forma
capaz de ser blanda
hasta la infancia
entrega la recuperable pérdida
con sustancias
que la alquimia nocturna
le ofrece.
Intima de la magia
toca la vida a veces.

EL ASESINO

No lo busquen
por el parque que la tarde
coloca para el recuerdo.
Así acechante en los espejos
adicto de las puertas
intenta en la ciudad
una existencia normal
de extranjero olvidado.
Lanza él su tétrica carcajada
y ya está en nosotros
el tiempo
el gran tiempo
que asesina
la alegría del verano.

*

Todos los nombres
de un día
el odio la necesidad
el amor la lujuria
una sola caricia
pero con el alma
un tiempo de bisbiseos
en todas partes
un segundo antes ya has llegado
ha sido inútil el apuro
antes que el olvido
ya te veo esperándome
mago mago perfecto
cuánto he pagado ya y es tan poco
por todos los nombres
una vida y las que tendré
me matas —metamorfosis-
con besos o puñales o la dura
piedra de tu amor.

EL ENCUENTRO

La tenue lluvia de invierno
humedece la tarde repleta de hojas.
Me llamo Anna�Sao,
y pinto las nubes
que inquietan el cielo pálido de garzas.
La primavera empezó anoche,
cuando en la serena oscuridad,
rendida, me nombraste.

*

Cuando corre el viento,
el jardín parece una alfombra
de flores muertas.
Cerca de la ventana,
he bordado un dragón
con una mirada de golondrina.
Mi madre me ha dicho
que estoy enamorada.

*

Nos miramos de pronto
en los ojos vacíos:
ya no quedaba luz
ni espacio ni sonido.
Sólo teníamos amor
en los ojos, amor
secreto y escondido.

*

Te esperaba
desde hacía tanto tiempo,
que me arrodillé a tu lado
como una paloma de almendra,
y te pedí que me despertaras
de tan largo silencio.

*

Caí entre tus brazos
como sobre un nido:
¡Eras la flor y el beso
y yo te miraba
con el corazón temblando
de hermosura!

EL OLVIDO

Se ha marchado el sol
hacia regiones sin nombre,
pobladas sólo por estrellas
desmemoriadas que avanzan
hacia el fondo de la tierra.
Hoy no te he visto.

*
¿Cómo sé que existes?
¿Acaso me ha quedado algo
de tu niebla?
¿O una flor tuya,
o un verso?
¿Cómo sé que no te creé
una noche y partí contigo,
para estar más triste?

Me despojaste de mis pulseras,
como si arrancaras las alas
de una mariposa.

Llegué junto a tu silencio
como una mariposa desmayada
en la lluvia.
Frente a la tarde fuimos
un instante pequeño
de amor,
mientras el otoño impaciente
corría hacia el océano.

ELECTRA EN OTOÑO

Me besa mi padre en tu boca
con gusto a pan y a compañía.
Una torpeza que solo el amor
identifica arruga la cáscara
de las palabras
que se vuelven hacia atrás
hacia el centro de la tierra
donde empieza el otoño
y la impía necesidad de ti.
Detrás de cada beso está el primer
beso que el amor lave al amor
para que vuelvas a mí
recién llegado.
Afuera siempre hay gente
y el tiempo se gasta:
los meses se gastan
los abrazos de los otros se gastan.
Te voy a regalar una ciudad
en otoño y esperándome.
Quiero pisar contigo todas las hojas.

LA ESPERA

Un aire silencioso
arrastra por las calles
el vaho de la tarde,
mientras el otoño
golpea con fuerza el tronco
de los árboles.
Como un ramo
las distraídas hojas
hablan de amor
en las esquinas.
Un vuelo inesperado
de palomas convierte
la hora en un friso,
y la ciudad entera
tiembla, redonda
y perfecta,
como una espera.

De “Poemas de estrellas y vientos”
(Ed. Cámara Argentina del Libro, 1949)

LA ESPERANZA

Me hablaste sin nombrarme
y te seguí sin ruido:
todo fue silencioso
como un arpa ausente,
y lleno de melodías
como el viento en primavera.

*

¿Cómo era el tiempo
antes de encontrarte?
¿Los pinos miraban así
de dulces,
y las olas así de quietas?

¿Y cómo hacía para marchar
hasta tu recuerdo,
cuando no te recordaba?

*

Había mucha gente a tu lado,
pero tú estabas solo.
El ancho cielo de estío centelleaba,
como un pantano en llamas.

*

Tuviste un instante de olvido
mientras el crepúsculo
espiaba por la pequeña ventana.
Había un perfume dulce,
y gran lejanía.

*

La esperanza me abraza,
como una suelta
de pájaros,
en primavera.

LAS MUJERES EN OTOÑO

Las mujeres en otoño ¡oh propensas!
Eso es todo: inclinadas por el aliento
que ellos destilan seducidas por el dolor que ya intuyen
en el gesto que resignan las cansadas hojas.
Pero necesitan de la caricia como de una emigración.
Parten hacia tan cerca, hacia ellos desnudos ya del verano
están en las esquinas como aleladas del viento nuevo
que les fomenta las comisuras del alma.
Sospechosas de perennidad se les gasta el tiempo
o tal vez se les acabe la sonrisa adolescente
de una enfermedad que se aquieta con miradas.
Desgarran las avenidas. Hincan las aceras.
¡Oh propensas! Cuánto cuánto temor en las manos que
recorren
como ciegas el rostro del amante.

*

Al costado del tiempo en la breve alacena
de los juramentos y los besos
allí cerca de las caricias
y las impacientes esperas
junto a las plazas de relojes y lunas
continuemos diciendo
esas palabras pequeñas
parecidas a fotografías
mareadas
el único rostro del amor
que sirven tan poco
en el olvido.

*

Allá va por el aire
con un gesto de armadura
destrozada
tu corbata la camisa impecable
los anillos.
Desnudos para el amor
ciegos bajo el frío
o el tiempo
como quien abandona
para siempre su país
arrojas a mi lado
el animal infinitamente ardiente
del beso.

*

Aprisionada desierta
no debes mirar hacia atrás
al marcharte:
evita el horroroso espectáculo
del amor
olvida la expresión de los tenebrosos
labios
disimula la forma de un cuerpo
parecido al alma

*

No pierdas este retrato:
esa de la cabellera deshecha
la boca vacilante
los ojos volados
es ella mientras compruebas
que en efecto tiene un corazón.
A veces lo escuchas
junto al teléfono:
quizás lo descubras mientras
hablas y el amor
-febrero qué caliente
qué solo qué alegre-
es todavía un pececillo
enormemente tierno en busca
del mundo.

MÁSCARA Y TRANSPARENCIA

Amiga del frío y de la lluvia, antes fue otra la
historia, cómo se va llegando al desierto me preocupa
a veces, es lógico, no resulta sencillo elegir. Acaso
fue más simple, de la sonrisa seleccioné el tiempo,
le añadí desventura, propuse derrotas, advertí desproporciones.
Confirmé así cuánto hay de azar y de ignorancia
en lo que llaman vida. Quedarme sin nada fue
procurar; sin embargo no contaba con el error, el olvido,
la causa sin causa: trabé intimidad, pues, con los
desesperados. Los creía victoriosos y el día que llegué
a la fiesta la casa estaba sola, envuelta en vejez
y nostalgia. Por eso soy amiga del frío y de la lluvia
como quién se suicida.

POEMA VEGETAL

Estoy floreciendo.
Siento en mis venas
la sangre parecida
a sagradas flores densas.
Me estoy llenando de pétalos;
hojas blancas bordan mis hombros,
y alrededor de mi cintura
sueña el polen.
…Como si hubiera transcurrido
la hora de la siembra…
Temo extender las manos,
pues sólo podré asir
lo terriblemente hermoso.
Me voy semejando a la tarde,
o al jardín distante,
o tal vez a un corazón.
Todo es cálido hoy,
respiro sola, tranquila,
vagamente acompañada.
Soy un manantial
de flores. El viento cercano
apenas si despeina
mis corolas.
Al fin comprendo
lo que esperan las ramas.

SOLAPADAMENTE ÍNTIMO

Una flor un viento
una equivocación de vacilaciones
posterga aún
historias deshechas —ya inalcanzables-
como si el final fuera el principio
o cualquier principio
una salida no hallada
entonces
Digo
lo que no pudo el amor
ni el deseo
¿cómo podrá entenderlo el tiempo?

*

El pasado
se me entrega con su ropa desceñida
todo cabe en las casas
que repiten los encuentros
las palabras temblorosas
vuelven a ondear
Pero allí se cumplen los plazos
del viento y el grito
y las maletas sin rostro
Elijo la mejor
la suntuosa
me acuesto en el lecho
los encajes son leves
para los juramentos
nutriéndose como el eco
Ese es mi reino
voluntariosa
empecinada en el milagro
días fastos y nefastos
hechos un solo ovillo
donde espero la señal.

*

Mentira
lo que llaman amor
o desierto o sombras
Apenas voces furtivas
que regresan a las madrugadas
y ese cascado tumor de hartazgo
en la piel
Guarda un trozo de recuerdo
apodérate de la nostalgia
revive la intensidad el dolor
la entrega
todos los amores no componen
uno solo
todos los besos
ni siquiera un trazo de compañía
una gran niebla
confunde hallazgos encuentros y lascivias
Toma esa mano
busca con ella
las cajas del olvido
enciérrate en el alma
huye del páramo
de caricias y costumbres
tiembla vuelve a temblar
acaso así halles ese murmullo
de musgo y maravilla.

*

Subes como las plantas
hiedra del tiempo
y no vacilas en la elección
de tu víctima
vestida de aquiescencia
feroz recuerdo de todas las palabras
que vuelven para siempre
y confunden los pasos
del deseo la nostalgia la pérdida
Una mano levanta el crepúsculo
hay vidrios en el fondo
y columnas de cristales
y vagos gestos que nunca llegaron
Tu madeja desteje las conversaciones
y enmaraña la última vez
con la primavera
Te conozco
áspero crisantemo del invierno
tus goznes de lágrimas
tus mariposas con olor a relojes
en la infancia de la entrega
Con tu solitario de naipes
se envuelven en coronas
o costumbres de fiestas
e inapresables preguntas
de niebla y migajas.

De �Máscara y Transparencia� (Ed. Fundación Argentina para la Poesía)

TIEMPO DEL SUR

Cantar, cantar
en el viento, en la tarde,
aunque no me escuches,
para eso está la voz
y la suave resistencia
de los labios,
para decir palabras
como claveles lejanos
olvidados del sur.
Quiero cantar
pues existo en esta
lenta hora,
quiero improvisar
un verso donde se mueran
todos los pájaros,
para que lo recibas
y le hables,
como si me conocieras.

*

El río,
como una naranja oscura
y perfumada
ansiosa de vientos
y de cantos,
vuelca su voz
de azahar de agua
sobre las tardías gaviotas.
Sus olas quiebran
una puntilla verde
en la costa húmeda,
y las sumergidas anclas
repiten �Midnight Star�
y �Trópico de Capricornio�,
mientras lloran con sus labios
de herrumbre.
Una clara forma de lluvia
empapa la superficie
del agua,
y el río se abriga,
tembloroso
y primaveral,
con su capa de algas.

TIEMPO DESHABITADO

Callada, inclinada,
señalando la tierra original,
permanezco como una hoja
tardía del otoño.
Absorta busco por los días
la palabra elemental,
la tenue senda que dejan
las voces de los hombres,
pero ya es tarde�
Por más que retome mi gesto
de ídolo, algo se me ha muerto,
alegre como un pájaro.
Cierro los párpados y me resguardo
de la exigente luz
como si lo importante
fuera aquietarse y esperar,
respirando apenas, viviendo apenas,
muriendo apenas�
Envuelta en una cascada,
doblada por el amor y el beso,
miro la tarde que trae
el otoño en sus hojas.
Como un león rodeado
de cruces doradas,
el otoño entreabre sus fauces
y de a poco, mariposas indecisas,
cantan las hojas manchadas
de oscuro, enriquecidas de tiempo.
Presiento una violencia sin límites
en el denso silencio de las calles;
no espío ni pienso, transida como estoy
del torvo crujido del alma.
Ya no me pertenezco ni me recuerdo:
estoy en alguna parte, cerca del aire,
flameando como una bandera desgarrada.

*

No es más que un puente:
no es una palabra,
ni una caricia,
es sólo un instante breve,
un quejarse,
un romperse,
pero siempre cabe la posibilidad
del silencio,
y cuando llega,
verde y despeinado,
hecho olvido,
es un puente, sí,
o un nudo muy fuerte,
y todo esté en ese unirse,
en ese quebrarse hacia adentro,
y siempre hay un jardín
y una casa,
y entramos en la casa.DE TIEMPO DESHABITADO (Ed. Ciordia S.R.L, 1958)

TU FIESTA

Trémulo arcángel de la palidez
alzas una mano para acariciarme
es el amor me dices
yo junto tus postales y reúno tus firmas
para entenderte vestido de flagelo
cuando me entregas palabras que te sobren
con las que tú fundas
horas y recuerdos
me llueves todo lo que no sabes de ti
y me rodeas de corredores
de distracciones de mordeduras
que debo recibir como una huérfana
una fiesta.

*

Cuando te alzas en la multitud
y bates con tu presencia cualquier estatura
comprendo que eres el principio del alma
sentenciosamente mi enemigo.
Mi misión es pues desarmarte.
Indagas el atardecer los dulces acontecimientos
con palabras que solo mi intención alcanza.
Nadie responde a tu gesto imperioso
para los otros eres un trozo al acaso.
Pero mi guerra empieza cuando todos te abandonan
y como una isla recomienzo el mundo
en procura del aire que me dejas
mientras
desbaratas la posibilidad.

*

Junio llovizna tu necesidad
el viento ha tumbado algunos árboles
es lo único nuevo
por lo demás amarte
es una costumbre silenciosa
casi como una religión de verg�enza
con la que crezco hacia adentro
para definirte como una patria.