ROMANO PÉREZ, FRANCISCO
ÁNGEL DE LA ESPERA

I
la piedra agoniza
en el vacío
de la espera
ya no importa el llanto
ni la estrella fugaz ni el olvido
II
donde termina la tarde
el amor
III
noche
dolor de luz
condena de silencio
IV
su cuerpo
ese otro
sueño
ese otro
mar
donde
mis manos
V
vuelo
revuelta espiral de la ola arena
arrasada
y
la
sed
VI
cúbreme con tu aroma
antes de que te ausente el alba
oh
ángel de la espera

DE AMORES Y AUSENCIAS

I

desde hace tiempo
intuyo sombras
que se arraciman obstinadas
me asechan

cielos voces sombras tempestades
todo me arrastra
hacia ti

todo

inexorablemente

II

otra vez las palabras
las mismas palabras
que sacuden
y atraviesan mis sentidos

otra vez la noche
la misma noche
aborrascada de insomnios
donde te encuentro
siempre

te ciernes en mí
haciendo cesar sudores míos
en esa región desconocida
sugerente descarnada
donde
me
voy
quedando
ausente

III

eternal
imperturbable

otoñoce el día

quedamente se consume la llama
cenizando instantes que la memoria extravía
entre dudas y soledades de silencios
que dejaron
tanta espera
tanta ausencia

VI

alarga tu mano
y alcánzame la tarde
derrama las palabras del asombro
y bebamos llamaradas
del violeta que nos crece
y nos consume

en la inquietud de los ocasos

DISEÑOS DEL FUEGO Y POEMA PARA VOLVERSE MAR

I

por diseñar
el fuego

surgió
una lágrima

que incendió
la noche

II

tiempo consumido
entre las sombras
sólo queda el silencio
encerrado en el abismo

el viento esculpe
epitafios de azucenas

III

alguien palpita
ente incendios de espejos

dibuja señales
atraviesa mi cuerpo

por un instante en los reflejos
suspendo mi locura
IV

duele
el aire

el sol vertical
arde entre los verdes

y brotan
mariposas
(a Nélida Cañas)

FUGA INTERIOR Y POEMA PARA UNA LÁGRIMA CAUTIVA

I

tu rostro
tocado por el sol
lo perdí en una esquina

aún me busco

me bebo en vino
de lluvia
y de recuerdos

II

los sueños
no borraron la imagen
nacida en el crepúsculo

de la última locura

III

flameas en la lluvia
como pliegos de mar

todo te llevas
nada me dejas

ah
noche

IV

en la ventana
dos amantes me asechan

la
lluvia

la
tarde

una llora
caricias

la otra
está llena de recuerdos

HOGUERAS DEL OLVIDO

I
se rasga
el aire asoman voces conjurantes
se desnuda
la palabra
creces en mí
II
en las manos
conjuro de sal y arena
sólo falta
el cuerpo del amor
III
tu cuerpo
signo en tránsito
inquietud revelada
sed
infinita
IV
brota un paisaje de sus manos
la mujer de la colina
trae jazmines
V ser color del viento
alba despierta
boca
exclamación
piedad desnuda
temblor de fuego
abrasando tu piel
VI
pensé la luz
y burbujeaba tu mirada
VII
derramo la noche
el espejo anuncia
los salmos del misterio

LOS SIGNOS ASCENDENTES Y POEMA PARA EL HOMBRE
que contempló el ocaso

I

mi
poesía
se
dispersa
como
una
cicatriz
desnuda
colgada
en
la
pared

II

en un rincón
la nada
bebe de las venas

su última lágrima

III

estás
donde se multiplican
los silencios

estás
tan
allá

IV

la noche me convoca
hay incendio de formas tangibles
en el aire

V

amor callado
extremo de la nada

vaciedad

VI

duerme la luz
entonces lo nombro

y el silencio
viene desde adentro

MÍNIMO CUENCO

I
este amor
cuando el asombro
cuando la noche
este amor
desnudo siempre
parece de viento
parece de lluvia
pero este amor
en el desespero de la tarde
atraviesa gritando la mirada
y crece
(sabe, que se lo dedico) II
en un navío infinito
con el cansancio de la noche
te busqué
no pude remediar el sueño
ni el naufragio
III
enredado
en lo imposible
cierro los ojos
estoy solo
sediento
como el amor
tan solo
de todo
mientras
la noche
IV
recorro distancias exhumadas del olvido
suspendo el instante
de la última penumbra
sin dejar nunca su llanto
la lágrima se desploma
un puñado de ausencias se arrincona
con implacable urgencia
una boca estremecida
cierra el desabor de la noche
VI
desde la condena del desierto
emigra la sombra
roe interminable
el otro lado de la piedra
a solas
insaciable
sin encontrar su exilio
en un mínimo cuenco
moja su sed

PUERTAS INSOMNES

I

una caricia
mínima y secreta

un casi todo
en mí
II

donde nos despojamos
una inmensidad

la noche

III

se incendia
el viento

desparrama incienso
en la crucifixión de la noche
los aromas
estallan

las bocas estremecen
la piel de los amantes

IV

sé de la desnudez
y el desamparo

del deseo suplicante
y la turbación de otro mañana

de la frontera del abismo
y el temblor de las bocas

del mármol de la piel
y la humillación del insomnio
de la crispación de los cuerpos
y el contorno de la palabra

de los besos profanados
y la agonía de la espera

de los inventarios de nostalgia
y la metamorfosis de la tarde

de los círculos de sombra
y los aromas inasibles

de la lágrima repetida
y los espacios del olvido
y sé del fuego
del fuego de la ausencia

V

devorando insomnios
esculpo tu rostro
innominada sombra

de la espera

VI

estalla la piel

hirientes puñados de luz
en el delirio
del insomnio

ángel errante
olvidado
Friedrich H�lderlin
viaja a la locura

VI

noche inmensa
desolada
tan lejos

tan
piedra

VIII

párpados
secos

eclipse

soy mi muerte
esperándome

IX

puertas insomnes
perpetuo aletear
de pájaros

que parten