THURLER, NINA
CON LAS LLUVIAS DE ABRIL

IX

Oh, existen tantas cosas entre el cielo y
la tierra que sólo los poetas han soñado.

Nietzche

Mi voz no es más que el eco lejano
de este cántaro antiguo
que habita mis entrañas
y que vuelca su líquido translúcido
en mis arterias desprevenidas
Mi voz es este hueco que se puebla
de sonidos diversos y distantes
Mi voz no es más que el resonante anuncio
de mi ancestro
llegado a mí por indescifrables laberintos
desde el principio de los tiempos

XII

Van cayendo las hojas del verano
y mayo avanza demorando aún
las guirnaldas de enero
sobre mi frente que fue ceñida por los dioses

Ungida sí
Fui ungida por misteriosas vibraciones
desde la célula primera de mi carne
y me fue dado ver y oír
lo no común al total de los mortales

XIII

Cuando llegue el invierno a mis comarcas
nadie reconocerá tal vez al ser angélico
que llevaba la risa en las entrañas
y una chispa de luz en las pupilas

XVI

En la hora del vino derramado
y de la alegre fiesta del verano
en la vendimia de la adolescencia
anduve con el alma desnuda en los trapiches
cerca del sol
Transité simplemente desprevenida y mágica

Anduve salpicando la alegría
con transparentes pétalos de amapolas recién amanecidas

XXII

No me creas esperanza cuando digo
que he formado contigo una irrompible alianza
No me creas
Huyo a veces de ti desaforada
y me revisto de indecibles ritos
Huyo de ti te dejo sola
no me alcanzas

Tejo extrañas madejas anudadas
fuera de tu control
Bebo distintos vinos añejados
en trapiches antiguos
y me baño en tempestuosas aguas
en que no te has bañado todavía

No me creas si te digo
que me siento a tus puertas y te canto
a veces he partido…

XXIV

Vincent Van Gogh

Vincent habías llegado con los ojos extraviados
y con los zuecos deformes de tanto andar a la intemperie
Habías llegado con los cabellos rojos y revueltos
y la mirada absorta de quien descubre la luz
en la mitad de las tinieblas
Habías llegado al umbral de los elegidos
sin acaso saberlo
pero era imperioso que cruzaras
sin esperar respuestas
Y te arrojaste de bruces con los brazos abiertos
y las pupilas desencajadas
sobre el sol que te hacía trampas desde el abismo

Y quisiste beberlo a bocanadas
como un gran vaso de aguardiente
para que se filtrara en tus entrañas
Oh Vincent, Vincent
seguramente sigues dando tumbos
tras del sol
con el cabello revuelto y los ojos extraviados
de los que están más cerca de la luz

Seguramente ahora que te has bebido el sol de un solo trago
has encontrado las respuestas.

(De “Con las lluvias de abril”)

CON LAS LLUVIAS DE ABRIL

I

La Creación es un templo donde vivos pilares
dejan surgir a veces unas voces oscuras.

Charles Baudelaire

¿Por qué no debo ahora inaugurar
la verticalidad sonora de mi canto?
¿Por qué no intentar una palabra
que abra desconocidas vertientes
y que descuaje la membrana armoniosa de mi centro?

Ahora estoy aquí

Inicio el canto

Yo no sé si antes de mí hubieron otros
de mi misma estirpe
manejándose en infinitos códigos
en lenguajes cifrados
incomprensibles a casi todos
pero claramente significativos a algunos

Yo no sé si soy la suma
de diversas y lejanas voces convergentes
Sé que mi piel ha sido solamente
un continente inepto
una cárcel sombría
un territorio inhóspito
un claustro de clausura
que no pudo albergarme

Pero rompo mi piel
y salgo
y grito insobornable desde afuera

II

Antiguas dinastías fueron creando voces y contornos
dibujando ilusorias imágenes esferoides
que nutrieron mi fibra aquiescente
mis cántaros repletos de sonidos

Oh magia que me circunda y que me oprime
Oh fosforescentes rayos de luz
que me alcanzaron a través de las sombras de mí misma

Ah quise aprehenderlo todo
y ceñirme al espejo de múltiples facetas
que inventara este rostro perplejo que me habita

Y fui acuñando voces diferentes
que reproducen mis campanas
con repiques diversos

Cada una me vino del fondo de los tiempos
y enriqueció mis fuentes primitivas.

EN LA REGIÓN DEL PÁJARO Y EL ÁNGEL

IX

En un lugar del tiempo y del espacio
surgiremos un día sin fronteras
sin ayes, sin angustias, sin dolores
y el ángel que vendrá, quebrando asombros
sostendrá a la paloma desvalida

Allí se nutrirá su entraña
en la región exacta en que se encuentren
y nada evitará que el pájaro y el ángel
produzcan su simbiosis, mimeticen sus alas
y se fundan en círculos perfectos
en la urgente creación del mundo nuevo

Ha de llegar el día
el ángel es posible
y la paloma es nuestra.

XIII

Se quiebra la memoria
y la antorcha se aviva en las ofrendas
de los antiguos dioses
el hombre ofreció el grito
el llanto
la soledad
el silencio
a cambio de una sola palabra verdadera
y casi de rodillas
con el último aliento
y los párpados secos
ofreció en los altares
su penúltimo sueño

XIV

Algo así como un rayo de plata
cae
sobre la piel desnuda de los hombres
un neblinoso tono gris
lucha contra la luz que lo penetra
pero es sólo un instante
el hombre ya no grita
se niega a rebelarse
está advertido
Alguien desde el espacio
desgarrando las nubes
acaso una versión flamante de Atenea
le tenderá las manos

�él espera�

XXIV

A lo largo de sus días
alternativamente
oscuros — luminosos — complejos
apuntando siempre en pleno temporal sus ideales
a veces sin sentido
el hombre con su pecho desnudo
ha salvado distancia
ha descorrido velos
ha intentado de todas las maneras infinitas posibles
traducir el mensaje cifrado de los astros
interpretar a Dios

XXXV

Deberemos caer mirando al cielo
reconociendo los colores nuevos
los sonidos melódicos y ajenos
y las extrañas voces pululantes
de los que precedieron nuestro insomnio

Deberemos caer con los ojos abiertos

�que nada nos sorprenda�

XXX

Hemos visto pasar la soledad
vestida de rutilantes luces espectrales

Hemos cambiado de máscaras
según las circunstancias
y
sin embargo aún
conservamos la esencia que adquirimos
como único ropaje
cuando abrimos los ojos al espacio.

XXXI

Y no lloremos más
el llanto sólo sirve
para enlodar las calles
y endurecer los tuétanos del alma
Cambiemos esa mueca de la comedia trágica del hombre
inauguremos ciclos de esperanza
ha de pasar el tiempo de las lágrimas
la paloma se eleva victoriosa
una mancha de sangre bajo el ala
y en el pico una brizna verdeciente

XXXIII

Hicimos el esfuerzo imposible
de elevarnos sobre nuestros talones sangrantes
y nuestras llagas desolladas
hasta inventarnos alas
y hendir el Universo
Sólo eso.

XXXVI

Anochece en el amplio y soberbio
planeta de los hombres

Anochece
Y apenas un segundo anterior a la noche
en el instante último en que tañen campanas a silencio
el pájaro se eleva.

XXXVII

Vendrán
sé que vendrán
de lejanos y altísimos altares
de antiguas catedrales
de campanarios rotos
desde donde los huesos
sean acaso tan sólo
una impalpable fibra iridiscente
y la piel solamente
un resplandor magnético de soles
Sé que vendrán a inaugurar el día
y a reinvocar el cáliz
de la sangre y el vino
Sé que tendrán acaso
un azulado tono
metálico y brillante
en las cuencas abiertas sin malicias ni asombros

Sé que vendrán a compartir la cena y el reposo
y a extendernos la mano
en el duro camino del exilio

Sé que vendrán
desde el mudo pasaje de las constelaciones
nos envían sus mensajes codificados
y sus claros indicios

�Y será entonces cuando el pájaro
haga su nido con el ángel�.

(De En la región del pájaro y el ángel)

EN LA REGIÓN DEL PÁJARO Y EL ÁNGEL

VII

… y será la Poesía la que interprete el diálogo
del Pájaro y el Ángel.

En el rojo crepúsculo del Pájaro y el Ángel
en el anochecer del mundo
se oye la voz desnuda del planeta
sangrante por los cuatro costados del asombro

Se oye la voz del Ángel
que redime y espera

Se oye la voz del Pájaro
que escarnecido aún vuela

Sangre y fuego
angustia y llanto
en la penumbra de la víspera
del encuentro impostergable
del Pájaro y el Ángel

VIII

Y de vez en cuando, en absoluto silencio
alzaba la cabeza para mirar a las estrellas…

Walt Whitman

Para embriagarnos sin pudores
plenos de campanadas y de júbilos
habremos de acatar sumisamente
las extrañas, ocultas, misteriosas
Leyes del Universo
para entender aquello es necesario entonces
sentarse junto al fuego tibiamente
ahuecar el oído
destrabar los cerrojos cotidianos
y escuchar el silencio
Solo eso
Después mucho después
en la quietud del templo que se yergue
de la piel hacia adentro
entenderemos.

EN LA REGIÓN DEL PÁJARO Y EL ÁNGEL

V

El corazón de los hombres
fue el volcán de la Tierra
a fuerza de tantas erupciones
sus latidos insurrectos
la moldearon
la golpearon
la amaron
la destrozaron
y hoy nadie es responsable

-El corazón no es responsable-.

VI

Huyen alzando el vuelo
los pájaros del sueño
desde la tierra desolada
desde la noche más oscura
hacia un amanecer de remotas galaxias
hacia un verdor de nuevas madreselvas
y de pubis intactos y fragantes

LAS CAMPANAS DEL TIEMPO

IX

He sido convocada una vez más
para seguir viviendo en esta especie de constelación de irrealidades
en esta suerte de misterio y magia
en esta turbulenta esfumatura de pasiones y sueños
de brillos y de elogios
y de agravios y olvidos.

He sido convocada una vez más
para dejar mi sangre en un cáliz de plata
y habré de responder como otras veces
de pie sobre el camino
a piel abierta y llanto

A nada temo
Esto es verdad
Lo juro
He de sobrevivir al naufragio
o he de abrir en un grito la agonía
desatando lejanos cautiverios
aullando ancestros irredentos

He de morir en cruz
rota mil veces
glorificando siempre y renegando siempre
este soplo de vida que me han dado
a mi pesar tal vez y a mi pedido

X

Y para ser quien soy
debí ascender a las altas pirámides del viento
y debí descender
una y mil veces
hasta las catacumbas del dolor
hasta el estadio último
en que la miseria se confunde con el barro y la carne

Debí llorar
Debí gritar
Debí humillar mi rostro
contra el barro maldito
de un despiadado amor

Debí gritar su nombre hasta olvidarlo
y debí desdecirme de mi misma
Debí negar a Dios
Debí adorarlo
y debí vomitar mi identidad
en las puertas sagradas de mis templos

(De “Las campanas del tiempo”)

LOS HABITANTES DE LA CASA REBELDE

I

La antigua sangre del planeta
inaugura canales
por todos los costados del delirio
en la fría liturgia de los vientos.
Pájaros de agonía sobrevuelan el caos de la especie.
Acaece el asombro
y la tierra amortaja las colosales voces
de su vientre.
Caen las majestuosas catedrales del hombre
y las tormentas fatuas se esconden en sus ruinas
máscaras calcinadas despliegan la memoria
de sus días.
El viento aúlla las últimas voces de la especie.
Tal vez este es el tiempo en que la humanidad
cierra su ciclo
y se cumplen así las profecías.

Decidor de palabras
Repetidor insomne de delirios y fábulas
Receptor de inaudibles mensajes planetarios.

Vuelve tu oído atento

�Acaso la palabra rescate aún la vida�.

III

Señor

Mira estas máscaras
desfiguradas por el torrente de la pólvora
son los rostros del ángel
son los rostros oscuros de los Hijos del Hombre
semejantes a pájaros heridos
intentando elevarse hacia los astros.

XII

Entre las coordenadas
celestes del espacio
emerge fulgurante
la figura armoniosa
del que vendrá mañana.

XIII

Y llegará
tendiéndonos las manos
como chorros de luz
y sólo su silencio
bastará a nuestros sueños
y sólo su mirada
nos quitará los velos
del asombro.

XIX

La Tierra ha oscurecido sus entrañas
sobre la memoria de los días.
Los hijos del sol descienden
sobre llamaradas de fuego
incandescente.
Son los portadores de la Palabra
que habitó entre los hombres.

XXVIII

Surge la Luz de pronto desde el vano
de inviolables dinteles de lo oculto.
Explosión de colores
que se expande
sobre la oscura piel de los que esperan
detrás de los cristales de los astros.

Llega la Luz
se suma a nuestros sueños.

XXX

Por los altos designios
se ha dispuesto
que asistiéramos
al cumplimiento fiel
de la última profecía.
Que asistiéramos a la consumación
de la muerte segunda
y al milagro de la redención.

Siglo XX catártico
oscuro y luminoso
con temblores de muerte
y estertores de llanto
entre ráfagas de luz
hemos de abrirnos paso
por los desfiladeros de las sombras.

XXXVI

Vendimiemos la vid
recién surgida de la tierra
y escanciemos el vino del milagro
el hombre aporta al cosmos
su armónica figura
de arcángel y de pájaro.

XLI

Con las sandalias leves
que calzamos
cuando nos deslizamos
subrepticios y anónimos
desde las fuentes de la Luz
regresamos al punto primigenio
entre eclipses de lunas y misterios
entre eclipses de sol y de alegría
jirones de la Luz
fueron acaso nuestros velos.

Acaso no pudimos evadirnos
del destino ancestral
que nos conmina.

Aedas
Hechiceros
Vaticinadores
Fabricantes de sueños
Hacedores
Profetas
Portavoces
Mensajeros
�o Escribas solamente�

(De Los habitantes de la Casa Rebelde)