TREJO, MARIO
LOS RECUERDOS SE HACEN DE MUJERES PERDIDAS

OFELIA

Ofelia avanza serenamente sobre los escombros del día. Sin
embargo, en alguna parte de su instinto resplandece la cólera
del horizonte. Es que tal vez en sus ojos perduran las
comarcas rebeldes, los minutos que para ella serán últimos.

Persistencia de los primeros encuentros, de los primeros
alaridos de las cosas: ¿a quién reclamar por lo que hemos
perdido? ¿Quién ha de responder, si es que responde, entre
los pliegues de la eternidad?

El río no se detiene: existir, para él, es un designio más
alto.

Ella ha dado un paso sobre las aguas locas.
Ofelia es presa de su voluntad.

ARIADNA Y EL MINOTAURO

He viajado hasta los límites de tu enigma. Espiral sagrada
para mí, busco en ella las bestias del amor absoluto. Relámpago
perfecto: vislumbro tu profanación, asisto a tus
ojeras, al suave espanto que se abre ante ti.

¿Denunciaré tu furia o tu sonrisa?

Adivina, minotoreador.

HELENA DE TROYA

Mira el cielo, apaga el sol con su mirada y luego sonríe al
mar. Su interés es olímpico y descansa en las leyes delirantes
del universo. Incómoda real: serían necesarias otras dimensiones
hasta dar contigo. Esta noche dormiré sin ti y
luego acataré los ritos de la historia.

LA DOBLE LUCRECIA

Ni heróica ni adorable: apenas bella. Vives de distraída
que eres. Morirás de sed, de rabia y olvido, de edad, de
tiempo bajo y sin escrúpulos.

Primero violada, luego asesina. Contigo el amor es una falsa
complicidad.

Doble traición, doble violencia.
Quédate con el cambio.

BEATRICE CENCI

Honrarás a tu padre y a tu madre.
El otro perfil de las leyes es el tuyo.
Adiós, jovencita. Inocencia responsable.

LADY GODIVA

Hasta los ciegos lloraron por su belleza.

LA DAMA DE ELCHE

De lejos llega la verdadera noche. Entre las mantas
del verano brillaban sus risas; de pronto, se detuvieron en
la mirada del solitario.

De lejos llega la verdadera historia. Ella se unió a él como a
la vida. Persiste, se adhiere a sus recuerdos, va dejando de
ser, desaparece.

Se convierte en su nombre.

ZELDA

Amor convocado al amanecer, dinero dichoso, `poder que
no puede dormir. Amor hablado incansablemente, belleza
lastimada por el tiempo, muerte.

Las agujas de la lucidez quebradas por un riguroso concepto
del orden.

MIS BLANDISH

No, dijo ella, cubriéndose el miedo con las manos.
Los coches negros partieron velozmente.
Sí, digo yo.
Nieve sucia: ésta es tu victoria, tu incendio de vidrios.
Tú sola, al fin, como mis cabelleras, mis castigadas, mis
desaparecidas.

ELLA, UN REQUIEM

Fuiste tú, y por momentos, nosotros mismos.
Por hoy eres ella, pero, para siempre, sólo yo.

CABECITA LOKA

Cabecita loka de los roarin`dollars
del I Ching del Zen y del Hatha Yoga
exhausta en Xamandú y en vuelos más rasantes

Cabecita loka de los sarampiones políticos
sofocada por conciencias de mal aliento
y perversiones afrodisíacas

Cabecita loka bala perdida
rolling stones agujereados en la sien derecha
bonzos que arden en el desierto
solos puramente solos

Cabecita loka del seconal 45 o 7.65
y los fusilamientos a la hora del té
querida y perdida en el Tercer mundo

En una sencilla pero emotiva ceremonia
serán sepultados los restos de un país
que fue mi mejor amigo

Chau juventud

A Coletta y Marcelo Ravoni
Damasco-París, 1971

CHE CUBA

Veo el insomnio fosforescente de un tambor
Un tambor aniquilado por la lejanía
La lejanía lujosa de un turista
Paralizado por el paisaje
Un paisaje paralizado por la miseria
Miseria
Palabra peligrosa
Festival de ausencias
Duelo de manos en un gastado terciopelo negro
Hundimiento de un pájaro en el cielo
Tumba de fuego
Paisaje de cenizas

Por un feroz cañaveral de estatuas
Una pálida hembra se pasea
Es un coleccionista de dinero
De monedas roídas por el hambre
De hambre acorralada por la sed
Sed que se llama agua o ron
Pero sobre todo justicia que se llama
Hombre y mujer y niño y pan

El pan nuestro de cada día
Nuestro cada día como un ojo o una mano
Mano que estaba lejos y llegó
Mano apretada al cuello de la historia
El Gran Espectáculo:
�Se recuerda a los espectadores
que está absolutamente prohibido actuar�
Pero ya es hora de abolir la tolerancia
Esa costumbre de admitir
De hacer así con la cabeza
De decir que sí a todo

Porque la verdadera historia no duerme
Aunque los emperadores padezcan de insomnio

A la memoria de Camilo Cienfuegos

CON ALMA Y VIDA

Ella avanza por las grandes avenidas de los barrios lujosos. Avanza a paso de comedia, sin reflexionar. Sus pasos ya lo han decidido todo. Avanza sin detenerse, dentro de su visión azul, ceñida por ropas de seda presumible. Sus piernas avanzan hacia mí y yo me preparo a dejarlas seguir de largo. Cuerpo desconocido, ojos de antorchas tenebrosas, cara perfecta hasta las lágrimas.

Un paso antes de llegar a mí, gira hacia una vitrina y allí se detiene su frágil perfil de reina gótica a punto de romperse.

M excita la pureza de sus rasgos, esos ojos son culpa y sin embargo anteriores a toda inocencia. Mira la ropa que la vitrina exhibe con expresión experta y sin codicia. Su mirada cambia ahora de foco y sus ojos se comprueban en el reflejo.

Mi imagen, un poco alejada, está junto a esos ojos que ahora me miran. Avanzo. Ella se da vuelta y entreabre su abrigo. Dentro de la vitrina, una modelo la imita. Ella alarga una mano para tocarme. La modelo la imita: La gente nos ha ido rodeando y ya son un grupo numeroso que nos mira sin reprobación ni aprobación, como en un recuerdo, el recuerdo de un sueño.

Me detengo a un paso de ella y a través de su olor percibo su sonrisa en el cristal. Gira su cabeza sin dejar de sonreír y envejece de pronto.

CON LAS ESPUMAS HACIA EL SUR

Para Osvaldo,
Zulema y Osvaldo.

Tal vez todo no sea más que un territorio peinado por
el tiempo
tal vez estoy amaneciendo todavía
en el júbilo metálico del sur
entre amistades fundadas por el frío
y ping�inos con aire de ángeles caídos
tal vez todavía tengo locos proyectos
y olor a pólvora y amagos de gaviota
y quizá aquel guijarro no ha llegado aún al mar

O tal vez me he perdido en un bosque de piedra
y las parvas que se ven desde los trenes
estallen como campanas asediadas
por el sable del horizonte

No estoy seguro todavía
pero tal vez sea la hora de las preguntas más crueles
y las espigas de repente
y nuestros años acechen bajo los labios de la noche
y mis palabras resuenen como los malhechores se deslizan

Pero la luz comienza a estirar su garganta
hasta los acantilados más adictos a noviembre
hasta esa isla perdida en medio de los siglos
donde el mar forcejea y levanta sus ruinas

y aquí
al borde los viajes
los días se cierran
los brazos siguen su costumbre
y en los andenes mordidos por el sur
sobre los terraplenes esquivos de mis pasos
alguien alarga sus olas
me ofrece sus luces entreabiertas
las llamaradas de las tierras
que algún día serán para nosotros

CONVIVIR CON LOS MUERTOS

Mario amaba a Mariana que amaba a Milton que amaba a
Irene que amaba a Víctor que amaba a Dolores que no
amaba a nadie.

Hoy Mario gitanea. Mariana vive con un hijo en Andorra.
Milton trafica coca de Santa Cruz de la Sierra a Buenos
Aires. Irene murió en un secuestro aéreo. Víctor se hizo
mierda. Dolores se casó con el doctor Braun, un suizo que
la dejó —harto de sus melancolías- y luego se juntó con
un fechorista griego con quien vive ahora —loco y feliz-
en el Hotel Belvedere de Taormina.

Aún suelo verlos, dispersos sobrevivientes.

Hablamos de nosotros como de otra película.

Hemos aprendido a convivir con los muertos.

Para Drummond de Andrade,
un maestro

DIALECTOS DIALÉCTICOS

Los analistas ergotizan
Los ergotistas analizan
Ergotiza ergotizador
El descubrimiento de Coulomb
Y los Rayos Catódicos
Pero recuerda siempre
Que las rectas marxianas
No son canales de pensamiento lineal
Crisis de paz

Riesgo calculado locura calculada
Todo el poder a la palabra
De incorruptibles vocales
Y corruptas consonantes
Entre el lenguaje de las dificultades
Y las dificultades del lenguaje
Alguien canta que mañana
Es el primer día del resto de tu vida
Pero el médico cura
Y el cura no medica
Y hay un golpe sin Estado
Y dentistas y espeleólogos de izquierda
y trotskistas de izquierda
En toda la extensión de la palabra

Presiento que algún día
Se festejarán las bodas edípicas
Futuro que me mata
Y produce nostalgias
Amante lengua amada
Tiempo pretérito
Tiempo imperfecto
Tiempo incurable

Recordemos ahora
Que la mamma de Marconi era irlandesa
Y se apresuró a patentar en Inglaterra
Los descubrimientos de Guglielmo
También llamado Willy

Así es la poesía
En este arrabal galáctico
Alexander Graham Bell
Daba clases de elocuencia
Y se enamoró de una sorda
Elocuencia más amor
No la curaron
En cambio él inventó el teléfono

En boca del poeta
Toda idea es profecía

EL AGUANTADERO DE LA CALLE PROVIDENCIA

Tengo apenas dos patrias:
mi infancia y mis amigos.
Y es de noche.

Lo trajeron aquí
abrazándose el vientre
jugando al doble ciego.
Y es de noche.

Cayendo fueron días
otoño dijo invierno.
Y es de noche.

Luego empezó a sospechar
sombras siluetas
ojos en otros ojos.
Y es de noche.

Abrió los ojos.
Todos le oyeron decir:
silencio no es olvido.

Y es de noche.

Cóndores fatigados
águilas en decadencia
volando entre delitos de perfil indeciso
bajo una nieve que cae eternamente
sobre una hoguera que arde eternamente.
Y es de noche.

A Antonio Gómez

EL BELLO ERROR
O DE LA DELICADEZA DE EXISTIR

Hablaré de aquella cuyas piernas se asemejan a un gesto
La que se arroja desde lo alto de sus ojos
Desde lo oscuro de su cuerpo

La que me quiere con delirios
Con escándalos y silencios

La que tiene palabras para los otros
Y una sonrisa para nuestro secreto

La que dispone de un minuto para el mediodía
De su vida para siempre
De mi amor para la eternidad

Ella, que tiene la debilidad de esperarme
Y la manía de quererme

Tú, donde el error se hace acierto o belleza
Tú, que tienes la delicadeza de existir

EL INSOMNE INSUMISO O SOBRE LOS ALCANCES
DE HABLAR DE CIERTOS TEMAS

Hemos hablado toda la noche de cómo va el mundo

Fue una buena comida
abundante y sin lujos
entre viejos amigos

Alguien recordó a Saint-Just:
los que hacen revoluciones
los que quieren hacer el bien
no deben dormir más que en la tumba

Miramos el fondo de las copas
paladeamos el vino
y hablamos también
de secuestros de aviones
y personas desaparecidas
y cadáveres abandonados
en arroyos taciturnos

Discutimos la diferencia
entre el secuestro de un tornero
y el rapto de un embajador
su precio en moneda diplomática
Alguien aclaró la distancia
entre guerrilla y terrorismo
cuestión de objetivos
de víctimas y medios
de razones y llantos.

Una y otra vez tocamos el tema
de los intereses nacionales
es decir
del interés nacional
que entierra los gestos heroicos
y los riesgos de la guerra
el ausente con permiso de los chinos
en Vietnam, Bangladesh e Indonesia
de los americanos en Praga
de los rusos en Santo Domingo
y de las tropas de etcétera en el país de etcétera

Pero volvíamos siempre al punto de partida
la tortura y sus técnicas
oficio que ignoran el virus y el tigre
el escorpión y la culebra
viciosa búsqueda de la verdad
mundial y sin secretos

Como de costumbre
estuvimos de acuerdo en que poco o nada se arregla
con canciones y puestas en escena
con rituales de cámaras y luces
y palabras elegidas con pasión y paciencia
Para qué repetir que un poema no devuelve la vida

La película ha terminado y el cine continúa
Yo no soy el hechicero de una tribu profética
Por fin resolvimos que
de todos modos
es peor el silencio
que hablar es algo más que una droga

Porque la verdad es verdad
sólo cuando es pronunciada
golpeada a veces
a puro y torpe corazón

Porque no hay tiempo que perder

Pero supimos también que vale la pena salvar un minuto
para recordar que a la verdad también hay que pensarla
El blanco de la verdad es la eficacia
Cabeza fría y corazón caliente

Cálida sobremesa
discretamente alcohólica
entre viejos amigos

La verdad
nos dijimos
no es ni fea ni bonita
Pero igual deberíamos salvar otro minuto
para el poeta que hay en todo hombre
para que pueda sin temor
perder la ilusión de que cuando termina la belleza
se acaba la verdad
para que pueda realizar la ilusión
de que donde acaba la verdad termina la belleza
como en estos discos de Bach o de los Beatles
que giran hoy a 33 revoluciones por minuto

Nos callamos un rato
cómplices en saber que la bestia humana
sólo sonreirá cuando verdad y belleza sean una sola cosa

Insomnes
hablamos toda la noche
Insumisos ante el poder de la palabra
Convencidos de que las ideas
sólo se redimen en la práctica

EL PRINCIPIO DE RAZÓN SUFICIENTE

La quiero

Por sus piernas que la conducen a mí
y sus pasos que la alejan de los otros

Por las olas de su cuerpo
y el mar de fondo de su piel

Por sus manos que hacen juego
y la gravedad de sus caricias

Por la solemnidad de sus caderas
y la precariedad de su cintura

Porque cuando despierta echan a volar los pájaros
y sus sueños son sus mejores argumentos

Porque está atada a mí
y resplandece de libertad
Porque sólo ella puede aniquilarme
y sólo ella puede perpetuarme

Por sus ojos sus ojos
porque sí y por supuesto

Porque es ella y no otra.

EL TEMPLO SIN TESTIGOS

Dormida para conservar la oscuridad
o despierta para preservar el equilibrio del mundo
o cuando al caer la tarde apoya
su cansancio sobre la hierba
y sus ojos resuenan en el cielo

Aprovechaba la noche para acercarse al horizonte
Los años y su fragor
los besos como astillas
la soledad
Nada pudo gastarla

Los dioses antiguos ahogándose en el mar a mediodía
las ciudades destruidas por la infancia
la sed
el fuego de los hombres en la selva
Nadie pudo encontrarla

Solía huir del templo cuando llegaba el día

Así es su vida
su perfil hacia lo que vendrá
sus pasos delgados sobre el mundo
sus manos que trabajan las brasas
su más tierna estatura

Hubo en sus ojos un incendio que nadie supo entender
Quién si no yo?
Hay en sus días un testigo del que nadie puede saber
Quién si no tú?

GUATEMALA 1954

No.
Rubén Darío, �A Roosevelt�

Todo estaba previsto
Un vuelo a ciegas de grandes pájaros nocturnos
un ruido oscuro de buitres en cierne
el gran miedo universal amordazando las playas
que un día fueron el horizonte de los más bellos corsarios
una ola de cómplices
contra los paisajes detenidos para siempre
en la mirada de los náufragos
contra las arenas custodiadas por el sol
y besadas por los sobrevivientes

Todo estaba previsto
sobre la selvas que un día conocieron
la belleza en libertad
pueblos que escrutaban el tiempo
en medio de relampagueantes ceremonias
hombres que hicieron el aire indestructible
manos que amaron el espacio hasta convertirlo en eternidad

Todo estaba previsto
y colocado como un collar de mentiras mundiales
en el cuello del trópico
Pero fue necesario que todo ocurriese tan de cerca
para que el resplandor de sus huellas clandestinas
iluminase el rostro de los conquistadores
para que sintiésemos el estrépito de un país
crujiendo bajo pisadas en vano sigilosas

Todo estaba previsto
Pero nosotros no conocíamos todavía
la espada agria
el perfil frenético de la violencia
los rituales feroces de la conquista
maniobras oxidadas y jamás aprendidas
mecanismos coléricos
sentina de la historia

Por hoy te llamo Guatemala
Mañana serás otras palabras y otros nombres
Pero no mucho más
Porque los imperios son enormes
son perfectos
son mortales

A Miguel Ángel Asturias
A Guillermo Lorentzen

LA EDAD DE ORO

Estremecido por los blancos presagios, el jugador displicente
se pasea descalzo por la choza. Él es mi amigo, mi
mejor amigo; o, a veces, soy yo mismo, quemado y sudoroso,
atribulado por los paisajes africanos, agotado por las
trabas que el colonialismo opone a la poesía

Porque ellos tratan de anularme a toda costa e importan
para mí condesas de Estocolmo o señoritas de los barrios
más residenciales de Londres. Ellas me someten a sus costumbres
europeas y ejercitan en mi el fracaso de sus grandes
ojos azules. Ellas se levantan de madrugada o duermen
hasta tarde y luego se dan a conocer, impúdicas, rodeadas
de leopardos. Hablan un lenguaje que me resulta cómodo
entender; un lenguaje que yo alimento pacientemente
mientras ellas envían el éxtasis de sus miradas al horizonte,
al desierto donde mis enemigos se pierden y la desesperación
los devora.

Pero odio en ellas su crueldad para mis dulces negras de
duros pechos que entibian el aire y despiden un fuego
sagrado. Blancas y negras cuidan de mí con sus inmensos
abanicos y, a veces, me dicen adiós cuando me alejo de la
aldea.

Porque así pasan mis días. Dejándome abanicar, desear, engañar;
permitiendo que el tiempo pase y la eternidad termine
por apoderarse de mí. Porque siempre habrá tiempo.
Tiempo para arder al lado de las fieras, junto al estrépito
que mi voz provoca en las novias de los señoritos, que en
vano se aferran a sus brújulas y desvían su mirada de mis
ojos terribles, del jugador impasible que soy yo sobre la
tierra.

LA POESÍA

Sí.
Porque sus labios nacen a la luz de mis ojos.

Cuando aparece su voz, su ritmo invulnerable,
las cosas le obedecen.
Sobre las miras adversarias, sobre el tedioso
oficio de temerle, están las voces sin reposo,
las patrullas del tiempo, las olas victoriosas.

Ciudadela de la oscura verdad que desampara al
hombre: yo soy tu prisionero y soy tu fugitivo.
¿Mi contraseña?
Ejercer tu silencio, solicitar tu estruendo.

Porque, ¿qué es entonces la poesía sino una
fanática consigna, una tensión entre los
muertos y las profecías?

LABIOS LIBRES

Al cabo de las tierras y los días
de horarios y partidas y llegadas
y aeropuertos comidos por la niebla
enfermo de países y kilómetros
y rápidos hoteles compartidos

Luego de esperas
prisas
y rostros y paisajes diferentes
y seres encandilados por el olvido
o abiertamente besados por la vida

Después de aquella amada
y esa otra apenas entrevista
mujeres cogidas por mi soledad
y ahogadas por las bellas catástrofes

Luego de la violencia y el deseo
de comenzarlo todo nuevamente
y los errores
y los malentendidos cotidianos
y los hábitos torrenciales del trópico
y noches acariciadas por el alcohol
y tabaco fumado con tanta incertidumbre

Al cabo de un nombre que no me atrevo a decir
y de alguien que yo llamaba Irene
de cierta voz
cierta manera de clavar los ojos
al cabo de mi fe en el entendimiento de los hombres
y en el corazón de ciudades y pueblos
que nunca sabrán de mí

Luego de tanta tentativa de huirme o enfrentarme
y comprender que estoy solo
pero no estoy solo
al cabo de amores corroídos
y límites violados
y de la certidumbre de que toda la vida
no es más que los escombros
de otra que debió haber sido

Al cabo del hachazo irreparable del tiempo
sólo puedo blandir estas palabras
esta obstinación de años y distancias
que se llama poesía

* Nació en Tierra del Fuego.

LE PETIT GODARD ILLUSTRE

Cinema is the cruellest art
Killing ghosts and giving birth to mummies
shadows of a shadow
superstars superaddicts
couples of lovers and haters
doomed to glory and failure
and yet unvanquished murderers of death.

A Gianni Amico

LOS CAMPEONES DE LA NOCHE

Ninguna ley tengo para ofrecer
ninguna profecía
salvo la muerte y las revoluciones victoriosas

Dejemos entonces al guerrero en paz
y a los hermanos rotos en medio del camino
Pasemos al sacrificio
La ceremonia está servida:
abrazos celebrados detrás de la ciudad
besos en andenes movedizos
muchas consignas en salas de espera
y a veces ni un guiño
nada para despistar
nada para sobreentender

Ya no podremos ser los elegidos por el sol
los cachorros feroces que asombrarían al mundo
Apenas si hemos nacido sin querer
viejos desconocidos a quienes llamo mis amigos
perdidos en el trasbordo y sin saber qué tren tomar!

Pero mis compatriotas juegan a dormir y a olvidarse de
todo
borrachos que invocan a Dios como a una deuda de juego
soldados que hacen patria en los umbrales
pálidos maricas dispuestos a fingir hasta el alba
parejas para las que ha terminado sin gloria
esta noche en la que tanto creyeron
y también el húmedo insomne
que mueve sus ojos desde el hospital
acechando el ruido de los libres
aullando por la droga que le traerá el olvido
el negro paraíso que es dormir una noche

Y aquí
en el centro de la ciudad
las tiernas actrices leen su nombre en el diario
y los tenebrosos también quieren saber qué pasa en
el mundo
mientras los coches llevan solitarias parejas
y todos tanteamos una cama y un nuevo sueño
y la mañana viene trayendo la luz y la paz
pero no para todos
apenas para nosotros
los ganadores
los verdaderos campeones de la noche

A Paco y Juan,
indudablemente

MACUMBA

La ceremonia empezará con el estímulo de las viejas religiones.
Ahí estará ella, a punto de lanzarse a la búsqueda
de sí misma, al encuentro de aquello que no le pertenece
pero que, por una aventura de su entendimiento, será lo
que ha de darle su forma definitiva.

Todo no será más que una permanente sustitución de un
espacio por otro; es decir, de un tiempo desterrado por
otro ya desaparecido. Sus brazos ¿de dónde venimos?, mi
voz ¿qué somos?, sus pasos ¿adónde vamos?, en los ojos
de las razas desaparecidas se podrá leer: PROHIBIDA LA
EXISTENCIA

El solitario estallido de su cuerpo recorrerá la extensión
vertiginosa de lo desconocido y sólo le será permitido uno
que otro desfallecimiento. Sus pasos serán graves y a la vez
veloces.

Sin embargo, se verá enfrentada a un último dilema, el radiante
Parpadeo del peligro. ¿Cómo expresar ese escándalo
de vivir, esa frontera delirante de la existencia?

MATERIALES PARA UN CONSUELO

Es bueno hacer un alto
de vez en cuando en la noche
en el camino que lleva a Jerusalén
por ejemplo.

Mirar a lo alto
y recordar al leopardo que trepó
hasta la cumbre del Kiimanjaro.
O frente al mar
el último mar
y todavía
en la palma de mis manos o del desierto
ver surgir una ciudad lejana entre la nieve.

Es bueno tener amigos
en este exilio permanente.

A Javier Pradera

PÁNICO EN VALPARAÍSO

Para los invencibles corazones
agua de invierno acero de verano
para las invencibles convulsiones
del amor en la boca del alba

Para los deslumbrados por las bellas palabras
y las grandes mentiras
nosotros
los que erramos en la primera oportunidad
y ardimos en lo verdadero y en lo falso
congregados bajo una lluvia sagrada
los ojos obstruidos por la melancolía
y a veces por el sol de otra patria

Para nosotros el cielo transcurre de un día u otro
arrastra un hotel llamado Septiembre
multitudes perdidas en los pasos del lobo
incendios entrevistos desde lo alto de la ciudad
muertes
secretos
y otras manos solícitas

En vano nuestro amor gestionaba un acuerdo
de noche junto al mar de voz sin atenuantes
juntos como cobardes o reyes ateridos de locura
gastando el tiempo
descubriendo el margen de la ley
dándole a nadie el espectáculo de nuestro amor

Así luchamos y así caeremos
exhaustos como las medusas del anochecer
mientras los jóvenes invictos celebran el alcohol
y conmueven la carne
elegantes mujeres de una edad que tuviste
ricas y jóvenes vencedoras y alegres rivales
Ellos acaban de ganar el torneo que nosotros perdimos
y hablan a los gritos y es verano
y pronuncian París
y recuerdan la noche de Los Ángeles

Ahora nuestras manos están colmadas por la fiebre
y los kilómetros rendidos a nuestro paso
están otra vez lejos y tal vez para siempre
como las leyes que gobernaron nuestra vida
ese desorden secreto para el que fuimos hechos
como fueron hechos nuestros nombres
en boca de todos y en los ojos de nadie

Bajo las águilas inmensas que devoran mi boca
reclamo tu presencia
tu mirada inmediata
tu cuerpo silencioso construido para residencia de mis
dioses

PATÍBULO ESPAÑOL

Antonio Pericás mi amigo está en la cárcel

Que una noche bebiéramos no ha servido de nada
que nos diéramos las manos y ellos perdieran
el tren para Bilbao
no ha servido de nada
ni los hombres que se dijeron
ni Juan de la Cruz ni esa niebla del
7de noviembre de Madrid
ni su mujer que hablaba de la única manera
que se puede hablar castellano ni
la medianoche en Burgos cerca de amigos
curiosamente condenados a la poesía
ni los tragos por la muerte de Hemingway y mi padre ni
Julián entre los toros de Pamplona ni
esa mañana con Rafael manejando dormido en las montañas
ni las sardinas con Joaquín e Yvonne junto al Cantábrico ni
Monique a través del Pidasoa ni los regalos que compramos
en Biarritz ni las noches del martes en el café Pelayo ni
el alcáraz galopante de Segovia ni Ángel ni Pepe ni
sopa de cangrejo ni el Tajo y su olivos circunspectos
ni las trincheras despiertas todavía en el Jarama ni
el amor ni la amistad ni nada
ni Carmen ni Goya ni Juan ni Barcelona

No ha servido de nada mi dolor ni mi alegría
no han servido de nada mis errores
La noche puede durar y durará todavía
El alba es oficio de sobrevivientes

PRIMA DELLA RIVOLUZIONE

Prima della rivoluzione bisogna distruggere
per non farsene dopo una preoccupazione
E dopo?
Certe malinconie
certe riflessioni verbali
Forse non era una lingua la nostra
neppure un linguaggio
questo mestiere che adesso
nel giro de un anno
-di un nome per il tempo-
Torna per dirci che siamo vivi
Oh Europa
mondo antico
come sei pittoresca!

A Bernardo Bertolucci, 1965

SAO PAULO REVISITED

Con la consigna de un veterano pródigo
regreso al fondo de la ciudad que nunca abandonamos para
siempre
los días completos y los crueles testigos y tenaces.
Vuelvo a las viejas ráfagas del amor y a los paisajes temidos
y experimento el norte y el ácido alambre de la lluvia
rodeado de amigos y cómplices absolutos
y las mandíbulas del tiempo inconmovible:
el ciego, el justo, el implacable.
Vengo a buscar una tarde compacta
a rescatar un sábado enemigo
el ruido y el olor de una calle desierta
el sol invicto que delata los trópicos
los tiempos de matar y de lluvias reales
de creer en mujeres besadas hasta el odio
en playas desiertas hasta la desesperación
en momentos vividos hasta el bostezo
en espadas hundidas hasta la felicidad.
(El fanático huye a Río y deja caer su infierno entre
los dientes de la noche de América, la música bruta
que despiden los morros, y establece con ellos pactos
secretos, contaminaciones, lánguidas ceremonias de
adictos al momento perfecto, ritos obstinados, testimonios
prohibidos).

Ciego bajo la lluvia era un espectro fascinante:
todos detenían su vida al pasar a mi lado.
Adiós, decían mis brazos empapados.
Adiós, decía mi fantasma.
Porque toda primera noche es amarga
aun entre los dedos del amante novicio
y los gestos iniciales que fundan la amistad entre los
hombres.

Luego fueron los días más altos de mi vida.
La libertad encandilada, el amor que enceguece.
Era en un valle, lejos de Sao Paulo
un pueblo rodeado de templos feroces
de coqueiros erguidos como héroes o locos
y hormigueros que ocultaban el horizonte
y rápidos cuerpos de mujer y otros sobrevivientes.
Los trenes abrían la oscuridad como navajas frenéticas
y las panteras morían en el pecho.
Eso estaba bien, pero yo, ¿adónde iba?
Entre relámpagos perfectos y el canto de mis secuaces
en la noche
los miserables que hasta el alba persisten
y la mañana que lucha por prevalecer
y los muertos y los nacidos cada día
y el ejemplo de los hambrientos ilustres
¿adónde iba?

Un chillido caliente baja de la favela
un silencio infernal que destruye el silencio
una ola de locas desnudas con pudores de vidrio
perseguidas por el aullido de los solitarios
los devorados por la noche de las grandes ciudades
mis colegas en la degollación de los culpables.

Multitudes en pánico, furor de los heroicos y los justos
tormenta tímida de lo que amo
nuca asediada por el aguardiente
belleza a fuerza de peligros
yo los gobierno y ordeno un alarido
una madrugada para ejecutar a los traidores
la raza de cobardes que nos besa las manos.

Aquí yace el que esperó toda su vida el momento perfecto.
Un delincuente silencioso se llevará sus deseos
sus ojos que han visto tantos otros
su soledad escoltada por soledades
marchando al resplandor de las brujas amigas
las jóvenes dementes que acaparan mi sueño.
¡Oh ciudad, los gemidos de tus habitantes no me dejan
dormir!

TENTACIÓN DE DESCRIBIR EL ACTO DE ESCRIBIR

Ocurre que he comenzado a escribir estas palabras que se detienen de pronto en la letra O, de pobre o riquísima significación -según se mire-; esto es, una graciosa elección de la vocal más risueña del alfabeto, nada más que eso, o (mágica reaparición de la graciosa vocal), por lo contrario, el foco hacia el cual convergen las otras palabras para alcanzar su significado pleno y único, aun si la elección que estoy haciendo en este mismo momento es una entre muchas o infinitas combinaciones.

Y esa letra O, ese foco, ha terminado por irradiar una constelación de significaciones, una dentro de la otra, que no es sino la forma de este acto de escribir, de esta tentación de describir el acto de escribir, cuya descripción termina en este instante, así, con la letra O.

(Describo la forma de este acto de escribir, de esta tentación de describir el acto de escribir que describe la forma de este acto de escribir, de esta tentación de describir el acto de escribir que describe la forma de…)

Nosotros, entonces, hemos pasado de depender de la letra O a poder manejarla.

De sentimientos, olores, gestos evadidos al tiempo en que fueron, hablaremos más tarde.

A “Ana Etcétera”
toute entierre

VIOLENCIA EN SANTIAGO

Noche en Santiago noche en noviembre
bajo su curva robusta el cielo abre una pausa
una ciudad confiada a sus hombres
abriendo los dedos de su multitud
apretando la mordaza de sus ruidos

Ahora el hombre eres tú
sientes que el mar no está lejos
y los días descansan sobre ti
practicas las palabras más tuyas
y sabes que te rodea la lengua esmerilada de la nieve
Ahora desciendes a tu deseo más nocturno
a tu espiral más peligrosa
y otros brazos te continúan
y otro cuerpo te sostiene

Qué haces? Qué promueves?
Qué tanteas en la pared del tiempo?

Ahora recuerdas su mirada más quebradiza
y propones su cuerpo a la luz de noviembre
y ella incurre en distancia en pasión en pirámides
en verano en alcohol y en húmedo horizonte

Solo después de siempre
tu corazón difunde trenes
se acostumbra a los puertos
y sólo quiere la mujer solitaria en el andén solitario
los disturbios temblorosos de tu ciudad
tan sólo el cielo de una noche prohibida
de una noche en Santiago de una noche en noviembre.